Primero de Junio de
1877. Nació Monseñor Miguel Antonio Mejía, noveno
Obispo de la Diócesis de Guayana, en el pueblo de Mendoza, Estado Trujillo,
hijo de Nicanor Mejía y de Josefina Rumbos. Estudio bachillerato en el Colegio “Sagrado
Corazón de Jesús”, de La Grita, y luego en los Seminarios de Mérida y Curazao.
Fue Ordenado Sacerdote el 13 de octubre de 1901 y tres años después
recibió en la Universidad de los Andes, el titulo de Doctor de teología. Su
destino inmediato como simple pastor de almas es Betijoque y Valera, donde
presta servicios como párroco, educador y periodista hasta alcanzar, primero,
la condición de Vicario y luego de Obispo.
Fundó en 1905 el Colegio Santo Tomás de Aquino que dirigió durante
dieciocho años al igual que las revistas El
Caudillo y El Mensajero Católico.
La transferencia de Monseñor Sixto
Sosa a la diócesis de Cumaná produjo un vacío
en la Guayana que el Congreso Nacional se apresuró a llenar el 9 de
junio de 1923 designando al prelado trujillano Miguel Antonio Mejía, quien fue
preconizado por Su Santidad el Papa Pío XI, diez días después.
La Consagración de Monseñor Mejía,
en la Catedral de Caracas, 21 de octubre del mismo año, estuvo a cargo de
Monseñor Felipe Cortesi, quien antes, 17 de diciembre de 1922, se erigió en el
Primer Nuncio Apostólico que visitó a Ciudad Bolívar.
La designación de Monseñor Mejía
como Obispo de Guayana, se produjo coincidentemente con la vigencia de la nueva
ley de División Territorial Eclesiástica decretada por el Congreso de República
y la cual disponía que “En los Estados
Unidos de Venezuela habrá dos Arquidiócesis, la de Caracas y la de Mérida; y
ocho Diócesis, la de Ciudad Bolívar, Calabozo, Barquisimeto, Zulia, Cumaná,
Coro, Valencia y San Cristóbal”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario