miércoles, 6 de septiembre de 2023

Angostura pide mayor presencia militar

6 de septiembre de 1819, el Congreso de ngostura expresa su preocupación por la falta de un Ejército poderoso en el Oriente del país, según se desprende del Acta 157 sancionada en la sesión de ese día y que a la letra se expresa así. En la capital de Guayana, a siete de septiembre de mil ochocientos diez; nueve. Reunidos en la sala de sesiones el señor presidente Roscio y demás se. ñores diputados Urbaneja, Martínez, España, Peraza, Uribe, Cádz Briceriño Guevara, generales Montilla y Guevara, Afanador, Machado, Cardoso, Alcalá, Conde, Alzuru y Vallenilla, se leyó la acta antecedente, y seguidamente, la representación del honorable señor diputado José Jesús Guevara, en que ex­poniendo la crítica situación en que se halla la isla de Margarita con motivo de las desavenencias sobrevenidas por haberse negado a la saca de quinientos hombres que el Gobernador dispuso para obrar en el continente, e indicando los males que pueden causar las muchas tropas extranjeras llegadas allí, pide se provea de remedio. Concluida dicha lectura, el señor Alzuru tomó la palabra y dijo que cada día se apuraba más el peligro del Estado; que no sellaría sus labios mientras lo observase, ni dejaría de exponerlo, exigiendo con encarecimiento el remedio del Soberano Congreso; que las noticias que se corrían de nuestros Ejército eran haberse disminuido mucho su fuerza por la deserción y por otras causales que como notorias omitía expresarlas; que notaba que tomarse su logro; pero que desgraciadamente a todo se presentaba inconvenientes no siendo efecto sino la falta de un hombre de recursos en los casos más apurados que tuviese a la cabeza del Gobierno que la Margarita merecía en las actuales circunstancias la mayor atención , y que era de absoluta necesidad la reorganización del Ejército, que cubría como antes la parte oriental de la provincia de Caracas y tenía en respeto esta de Guayana.

martes, 5 de septiembre de 2023

Natalicio de Ramón Isidro Montes

5 de septiembre de 1826. Nació en Angostura, el poeta, educador, político y fundador de lo estudios universitarios en Guayana, Ramón Isidro Montes. Vivió 63 años y falleció el 10 de junio de 1889. Perteneció integralmente al siglo diecinueve, el siglo de los avatares republicanos y de los hombres de la nacionalidad. Su abuelo, Juan Montes, fue uno de esos hombres. Coetáneo y paisano del Libertador, lo acompañó fielmente en todas sus empresas emancipadoras, desde 1810 cuando Caracas despertó de su letargo colonialista hasta que tomada Angostura por los patriotas se radicó en ella hasta ser sepultado en 1870 con el grado de General de División. En tierra orinoquense nacieron todos sus hijos, entre ellos, Juan Montes Salas, fundador en 1830 de la Botica Bolivariana. Casado con María de las Nieves Cornieles, hija de José Luis Cornieles y María Josefa Vélez, propietarios de la casa de San Isidro donde vivió el Libertador y del inmueble de la calle La Muralla en la que fue editado el Correo del Orinoco. Juan Montes Salas se casó dos veces y tuvo 19 hijos. Diez en su primer matrimonio con María de las Nieves Cornieles y nueve en el segundo, tras enviudar y casarse con Isabel Dávila. Tres de sus hijos siguieron la carrera universitaria: Andrés Jesús y Juan, quienes se doctoraron en Farmacia siguiendo la orientación vocacional de su padre, y Ramón Isidro graduado, primero de Teniente de Ingenieros en la Academia de Matemáticas fundada por Juan Manuel Cajigal y Licenciado en Ciencias Políticas un año después, 1848, en la Universidad Central de Venezuela. Ramón Isidro Montes destacó como estudiante, tanto en el Colegio Nacional de Guayana donde ingresó en 1840 entre los primeros matriculados bajo la rectoría de Andrés Eusebio Level, como en Caracas donde realizó estudios de educación superior. En 1846, antes de graduarse, ya ejercía funciones docentes en la especialidad de matemática y latinidad, y escribía en los medios impresos de la capital. Ese mismo año, junto con otros hombres de letras participó en el homenaje tributado a Andrés Bello en el aniversario de su natalicio. Su vocación de humanista era evidente y quedó demostrado cuando abandonó las ciencias áridas para seguir la carrera de ciencias políticas. Con el diploma de licenciado en sus manos