lunes, 30 de septiembre de 2013

El Bolivarense de 1880


30 de septiembre de 1880.  Aparece por primea vez en la historia del periodismo guayanés un periódico diario con el nombre de El Bolivarense, bajo el signo de la balanza y en formato 62x44 cms. Como diario de la tarde. En su cabezal se leía en letras grandes: Director, J. M. Ortega y Rodríguez y Cleto Navarro. Administrador Luis A. Gómez. Más abajo: Industria-Ciencias-Artes-Noticias-Anuncios. Luego el lema: Dada nuestras instituciones, basta el trabajo por la parte del pueblo y la justicia por la de los gobiernos, para felicidad y progreso de Paz a todo trance.
            Su cuerpo de cuatro páginas impuestas con tipos sueltos y grabados impecablemente elaborados, conformaba lo que podríamos conceptuar hoy como un diario de avisos toda vez que la primera y última página estaban enteramente destinados a los anuncios y ofertas comerciales y las páginas internas a una información escueta y escasa, pues difícilmente se aplicaba el hexámetro técnico de las circunstancias. Las informaciones de al vida diaria –ya ese era el estilo de las publicaciones de la época- iban prácticamente mezcladas con los edictos, decretos, comerciales, artículos de opinión, festividades religiosas, cartas, material literario y refritos de publicaciones de otras parte de Venezuela y del extranjero llegadas por la vía del Orinoco.
            Los anuncios aparecían en recuadros generalmente ilustrados con grabados. Entre otros casi fijos, del Amargo Aromático de Guayana, de Mathison y Hermanos; Barbería Fígaro, de José natividad Pineda; Fotografía Artística, de Luis Aristeguieta Grillet; Colegio Talavera, dirigido por J. R. Camejo; Oficina de Abogado del doctor Luis Natera Ricci; Amargo de Ciudad Bolívar de Guillermo Eugenio Monch; Aceite para alumbrado Luz Diamante, Cigarrillo Cacique, Aceite de hígado de bacalao y Pianos verticales de cola fabricados por H. Kohl en Hamburgo.
            Recorriendo las páginas de El Bolivarense, no todas, sino las disponibles en la colección de la Sala Febres Cordero de Mérida, microfilmadas por la Biblioteca Nacional, nos damos cuenta como era de apacible la vida en al provincia y tardía la comunicación entre un lugar y otro, no obstante que ya para la época los barcos se movían, igual que los ferrocarriles, a fuerza de las máquinas de vapor producido con carbón antracita.
           


Muerte de Luis Gozagas Pacheco

            

29 de septiembre de 1970. El director de la Banda del Estado Bolívar, Luis Gozagas Pacheco, falleció a la edad de 59 años, en el Paseo Orinoco, cuando emocionado dirigía la Banda Juan Bautista Dalla Costa, interpretando  el vals Los Patinadores. Llevaba 28 años en la profesión de músico y compositor.
            Era natural de Michelena, Estado Táchira, donde nació el 21 de julio de 1911 y ostentaba el título de clarinetista, compositor y director. Fue compañero de estudio de Marcos Pérez Jiménez y provenía de la Escuela Militar de Música de la Brigada No. 9 cuando llegó a Ciudad Bolívar en 1949.  Desde esa fecha hasta 1959 fue director de la Banda Dalla Costa. En junio de ese año volvió a reincorporarse en su anterior posición de director logrando como tal imponer una disciplina casi mística en la orquesta.
Aparte de estar en los actos protocolares del Gobernador de turno, ofrecía conciertos muy concurridos en las principales plazas públicas de la ciudad, pero muy especialmente en el Paseo Falcón u Orinoco donde justa y desgraciadamente sufrió la síncopa que le costó la vida.  Sus retretas tenían la particularidad de ser anunciadas y comentadas previamente a través de la prensa local y en el mismo sitio de la retreta en una pizarra de letras móviles.
  Además de director de orquesta, el profesor Pacheco era un compositor prodigioso, tenía en su haber composiciones que según los entendidos como Pepe Flores, podían ser ejecutadas sin interrupción durante dos años seguidos-
Fue autor de la marcha marcial de la VI División de Infantería de Selva y de vals como Susana, dedicado a su hija; Soy Huérfano, Luna y estrellas, Barba Azul, Amistades sinceras, el Jardín de Flores, dedicado a su amigo el violinista José Rosalino     Flores y del paso doble Rosita.  Para el momento del deceso contaba 59 años edad.  Era casado y dejó en la orfandad  a 9 hijos. 


domingo, 29 de septiembre de 2013

Fundación de El Palmar


29 de septiembre de 1746. Bajo el patronato de San Miguel Arcángel fue fundado El Palmar gracias al esfuerzo misionero capaz de consolidar una población de indios y blancos dedicados a la agricultura y la cría.
            Frailes  de la orden capuchina de Cataluña, fueron los fundadores de San Miguel de El Palmar. Su fundación, según consta en un informe ordenado por el gobernador de la Provincia de Guayana, don José Felipe Inciarte, comenzó sobre una loma de sabana de tierra colorada, franca arenosa, toda minada de plagas y de bachacos, a 39 leguas de Santo Tomás de Guayana y 13 de la villa de Upata.
            Para 1799 cuando fue levantado el informe sobre todas las Misiones de Guayana, era Presidente del pueblo Palmareño, el Padre Fray Sebastián de Igualada. Contaba El Palmar con 714 habitantes distribuidos así: 172 indios casados, 172 indias casadas, 1 viudo, 40 viudas, 42 solteros, 35 solteras, 104 párvulos y 148 párvulas.
            Dice el expediente formado sobre la  Real Cédula que las sabanas de El Palmar eran para entonces de poca utilidad debido a los espineros, crobales chiribitales y cuevas de tigre, “de los que hay muchos como se reparan en los muchos rastros y por los grandísimos daños que hacen, que es un horror, y también de ser toda ella arena totalmente y un puro continuado bachaquero, que a riesgo de la vida se corre por ella (...) Todas son tierras quebradas de altos y bajos, cerrajones y farallones más propia para crear cabras que no ganado vacuno; con todo a veces se saca ganado del sobrante para la Villa de Upata”.
     Decíamos  que para 1799 cuando el Gobernador Felipe Inciarte ordenó el primer censo de las misiones, San Miguel de El Palmar tenía 714 habitantes. Ahora bien, esta población sólo pudo incrementarse a 4.799 habitantes en 1936 y a 6.876 en 1971.
         De acuerdo con las estadísticas de CVG levantadas en 1990, , en el área urbana de El Palmar viven 4.795 personas y un poco más de la mitad en el medio rural, indicativo de que es un pueblo básicamente agrario, que vive, como en efecto, de la agricultura y la cría. Pero más de la cría. Aquellas antiguas sabanas que los misioneros encontraron llenas de crobales, chiribitales y cuevas de fieras, fueron con el tiempo saneadas y en ellas pastan holgadamente unas 20 mil cabezas de ganado.(AF)

sábado, 28 de septiembre de 2013

Domingo Álvarez Rodríguez, abogado y político


28 de septiembre de 1923.  Nació Domingo Álvarez Rodríguez, abogado y político, diputado a la Asamblea Legislativa y diputado al Congreso Nacional y por último Gobernador del Estado Bolívar del 12 de marzo de 1974 hasta el 5 de diciembre del año siguiente.
            El doctor Domingo Álvarez Rodríguez nació en Calabozo (Guarico) el 28 de septiembre de 1923. Sus estudios de primaria y secundaria los realizó en Aragua y Miranda y superior en la facultad de derecha de la UCV, donde recibió el título de abogado summa cun laude con la tesis Las Zonas Reservadas a la Legislación Minera Venezuela.
            A los tres meses de graduados se vino para ciudad bolívar contratado por la Iron Mines Company. Terminado el convenio de trabajo, resolvió quedarse en la capital orinoquense donde hizo familia al casarse con Blanca Josefina Manzini Pacifico, dama guayanesa con la cual tuvo cuatro hijos.
            En el Escritorio Jurídico RASSDAR comenzó a ejercer libremente la profesión asociado con los doctores Ramón Antonio Sambrano Ochoa y Manuel Sánchez. En 1958 asumió la Presidencia de la Junta Patriótica del Estado Bolívar constituida a raíz de la caída del dictador Marcos Pérez Jiménez para fortalecer las instituciones democráticas.
            Había sido urredista durante su tiempo de universitario y lo continuó siendo después de la caída del Dictador hasta la segunda división de URD protagonizada por Alirio Ugarte Pelayo, quien terminó suicidándose el 19 de mayo de 1966. Durante ese tiempo, Domingo Álvarez Rodríguez ejerció la Secretaria General del Partido amarillo y fue diputado al Congreso Nacional y Concejal por el Distrito Heres.
            En 1973 fundó el grupo electoral denominado Bloque Guayana, para apoyar la candidatura de Carlos Andrés Pérez. Entonces resultó electo diputado a la Asamblea Legislativa, curul que dejó para aceptar la Gobernación del Estado el 12 de marzo de 1975. (AF)


viernes, 27 de septiembre de 2013

Fundación de Guasipati


27 de septiembre de 1757. Guasipati. fundada  antes que Angostura por los capuchinos catalanes, le quitó, entre 1881 y 1909, la supremacía a Upata como Capital de las antiguas tierras que cubrían las misiones religiosas, desde la costa oriental del Caroní hasta las occidentales del río Esequibo.
            A simple vista Guasipati parece una calle larga que revienta en El Callao, pero no es así. Es toda una ciudad de prosapia hispana, en forma de damero, que junto con las antiguas misiones de Carapo, Tupuquén y Divina Pastora, conforman la tierra del oro.      Toda la geografía del Yuruari, del Yuruán y del Cuyuní está respaldada por este mineral incorruptible, posiblemente el mismo Dorado señalado por los Guayanos y hacia donde, buscándolo, se perdieron tantos europeos.
            El oro estaba allí muy profundo y a flor de arena, pero de él no dieron cuenta los misioneros establecidos sino entre 1833 y 1850 los indígenas de Tupuquén, entre ellos el Indio Arsenio, que a falta de plomo utilizaba el oro en la fabricación de balas para cazar venados.
            Fray Francisco de Orgaña, al parecer, fue el primer misionero que se estableció en Guasipati (27 de octubre de 1757). Levantó allí un pueblo con y para asiento fijo de los indígenas Kamarokotos y lo encomendó a la protección de Nuestra Señora del Rosario. Entonces, para ir a Upata, la villa principal poblada de españoles, había que caminar unas 16 leguas.  Al comienzo, Guasipati era una iglesia y varias chozas construidas sobre una loma arenusca y tres leguas de sabana utilizadas para bestias y vacunos.         .
            Tras la campaña de Guayana, el Congreso de Angostura (mayo de 1819) dictó un Reglamento de Administración de las misiones del Caroní, que las dividía en distritos, cada distrito con un Teniente Corregidor y un Corregidor para todas las misiones, con residencia en la villa de Upata donde había de funcionar una Municipalidad con cinco Regidores, de la cual era su Presidente.
            Guasipati, Pastora, Ayma, Avechica, Puedpa, Santa Clara, San Serafín y San Pedro de las Bocas, conformaban el municipio sur de la provincia de Guayana. (AF)

jueves, 26 de septiembre de 2013

MAR Numerario de la Academia



26 de septiembre de 1991. La Academia Nacional de la Historia acordó recibir como miembro de número al historiador, doctor Manuel Alfredo Rodríguez y el 23 de julio del año siguiente se concretó su incorporación con un discurso que  versó sobre Los Pardos libres de la Colonia y la Independencia. De esta manera el doctor Rodríguez pasó a ocupar el sillón “R” dejado a raíz de su muerte por el historiador doctor Manuel Pérez Vila, de fructífera como dilatada obra en la historiografía venezolana.
Resultó ser el primer guayanés admitido en calidad de numerario por la Academia, pues hasta entonces habían pasado por allí sólo en calidad de Socios Correspondientes en representación del Estado Bolívar: José Ángel Ruiz (Presidente del Estado 1890-92 y prominente médico), Andrés de Jesús Montes  ( fundador del diario que tuvo Guayana: El Boletín Comercial 1865), Luis Aristeguieta Grillet, revolucionario mochista hijo de Miguel Isaías Aristeguieta, primer fotógrafo que tuvo Guayana), Bartolomé Tavera Acosta (autor de los Anales de Guayana), Luis Felipe Vargas Pizarro (autor de una Biografía sobre Juan Bautista Dalla- Costa), J. M. agosto Méndez (Autor de la Historia de la Medicina en Guayana), Ernesto Sifontes (Cronista de Ciudad Bolívar y Observador Hidrográfico del Orinoco), Juan Manuel Sucre (pariente del Gran Mariscal de Ayacucho y fundador del diario El Orden, 1869-70), Adán Blanco Ledezma (cronista de Ciudad Bolívar y autor de “Hablillas, Tópicos y Semblanzas”), Héctor Núñez Santodomingo (profesor de Historia y Literatura, autor de “Rasgos Biográficos de Juan Bautista Dalla- Costa” y “Asesinato de Heres”), Eduardo Oxford López (periodista y literato, autor de “Apuntes para una Geografía Económica de Guayana, 1948); José Francisco Miranda (Autor de Misceláneas Guayanesas); Horacio Cabrera Sifontes (autor de 12 libros-1983); René Silva Idrogo (autor de 6 libros) y Américo Fernández (autor de 20 libros). Los dos últimos ingresaron el 24 de junio de 1994.
            Bolivarenses en representación de otros Estados: Constantino Maradei Donato  (Anzoátegui), Santo Rodulfo Cortés (Miranda), Eleazar Alcalá de Armas (Aragua) y Mercedes Bermúdez de Belloso (Zulia).  Manuel Alfredo Rodríguez fue miembro de número desde el 26 de septiembre de 1991 al 2003 cuando falleció. (AF)

            

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Estudios del Bajo Orinoco

25 de septiembre de 1779.  Felipe Inciarte, quien había sido empleado de la Compañía Guipuzcuana, terminó los estudios  que en las costas del Bajo Orinoco le había encomendado el Intendente de Caracas, José de Abalos, a fin de frenar las incursiones de holandeses y portugueses.
Inciarte realizó lo estudios desde el 6 de agosto  al 25 de septiembre de 1779 como comisionado subalterno del gobernador de la provincia de Guayana, Antonio de Pereda. Más que un estudio en profundidad, fue reconocimientos centrado en el caño de Barima y el Esequibo, señalando la factibilidad de un posterior poblamiento de esas costas guayanesas del Bajo Orinoco, 
            Pereda gobernó hasta 1784 y durante su gestión le fue aprobado un proyecto basado en el informe de Inciarte, para poblar la parte Oriental de Guayana.  Se redactaron Ordenanzas de protección a los indios y los padres capuchinos continuaron fundando misiones, entre ellas, las de de Santa Clara, San Serafín, San Miguel de Unata (refundada). La población de Guayana conforme a un nuevo Censo de población se situó (1780) en 19.166 habitantes discriminados así: 1.749 blancos; 1.649 indios; 620 negros y 1.018 pardos y zambos.
            Un año antes (1783) de finalizar la gestión de Antonio de Pereda, nacía en Caracas Simón Bolívar, el Libertador y en Angostura Juan Vicente Cardozo, prócer de la emancipación.
            El 8 de diciembre de 1784 se produjo un intercambio de Gobernadores, pues el rey Carlos III así lo decidió. Antonio de Pereda Luzcanótegui pasó a Cumaná y el Teniente coronel Miguel Marmión, quien gobernaba la Provincia de Nueva Andalucía, fue transferido a la de Guayana.


martes, 24 de septiembre de 2013

Perseguir a Piar por todas partes

24 de septiembre de 1817. El Libertador vuelve a dirigirse al General Manuel  Cedeño, quien se halla en Maturín para auxiliar al General Andrés Rojas, que afronta un movimiento sedicioso y, entre otras diligencias, le recomienda la de perseguir a Piar por todas partes “hasta aprehenderlo junto con los demás caudillos y secuaces de su facción. Mientras aquel y sus partidarios subsisten en ese territorio no habrá tranquilidad en él; las circunstancias son tan preciosas para aprehenderlo que parece infalible su captura”.
            Lo de las circunstancias preciosas alude a la pérdida de Guiria que estaba controlada por Mariño y a donde se supone se dirigía Piar para formar un frente contradictorio. Mariño se refugió en Chacachacare con su oficialidad y lo que quedó de sus tropas se dispersó por el monte. Por eso Bolívar cuando se dirige al General Andrés Rojas, le dice en párrafo final “La pérdida de Guiria y la situación extremadamente terrible a que debe estar reducido (Piar), debe hacer inevitable su captura. Deben aportar a esta ciudad u otros puntos de ese Departamento (Maturín), mucho de los facciosos de Guiria, como el Comandante de la guardia del General Mariño, Benn, Fouchet y otros. Todos deben ser presos y remitidos aquí con la mayor seguridad”.
            Según información del general Andrés Rojas, Piar seducía a las tropas acusando al libertador de procedimientos tiránicos y de haberse alzado con el ejército después del triunfo de San Félix y de aprovecharse de sus trabajos y de su victoria en Guayana para gloria propia y menoscabo de la suya. A esto respondió el Libertador en carta del 29 manifestando que “la nueva invención a que Piar se ha acogido es tan ridícula como despreciable. A nadie puede alucinar con ella. La liberalidad de mis principios es más conocida que mi nombre. Mis sacrificios no han tenido ni tendrán otro objeto que la libertad y la independencia de Venezuela. Las tramas y el genio revoltoso de Piar, en estas circunstancias en que aún no estamos perfectamente tranquilos, son muy temibles. Los individuos todos de la República deben empeñarse en su aprehensión.

            Cuando el Libertador enviaba esta carta, ya Piar había sido detenido dos días antes (el 27) en Aragua de Barcelona. Piar a la cabeza de cien fusileros quiso resistir la orden del General Cedeño, pero el Teniente coronel Francisco Carmona que mandaba el destacamento, se adhirió al Gobierno y Piar quedó abandonado.

lunes, 23 de septiembre de 2013

La Catorcera

La Catorcera

23 de septiembre de 1885. La Prensa Liberal dedicó una edición especial a las dos únicas víctimas del 14 de septiembre de 1885 cuando el Gobernador  general José María Bermúdez Grau fue objeto de un golpe militar perpetrado por el Comandante de Armas, general Juan Carlos Loreto.
 Poemas y artículos literarios llenaron la edición No. 63 del 23 de septiembre, calzados con las firmas de intelectuales liberales de la época, entre ellos, Juan José Navarro, J. Gervasio Guillén, Ramón Luigi, I. Pereira Alvarez, H. Coulander, Julián Mendoza, Ignacio Maiz, Eugenio Calzadilla, José Mejías, Ramón Natera, Juan Farreras, Pedro Alejandro Reyes y Onofre Pereira.
            El Gobernador Bermúdez Grau tenía su residencia en el inmueble ubicado entre las calles Amor Patrio y Dalla Costa y allí fue atacado brutalmente con resultados de dos muertos y heridos.  Desde entonces  en Ciudad Bolívar esa calle fue llamada La Subida del Catorce y la esquina identificada como La Catorcera.  
El general José María Bermúdez Grau, distinguido militar del liberalismo federal, gobernó el Estado Bolívar en tiempos de Joaquín Crespo y a él se le debe el primer Acueducto que tuvo la ciudad capital, la construcción del Dique y la conversión de la Plaza Mayor en un parque o jardín con exóticos árboles traídos de las Antillas.
            El Comandante de Armas, general Juan Carlos Loreto, quien aspiraba a suceder en la Presidencia al general José María Bermúdez Grau, manifestó violentamente su inconformidad con la candidatura del general Raimundo  Fonseca y, al verse disminuida su posibilidad por falta del apoyo del Presidente Bermúdez Grau, resolvió dirimir el asunto de sus aspiraciones por la vía de las armas, imaginando que el Presidente de la República Joaquín Crespo, estaría de su lado.
            En la residencia oficial se hallaban en el momento del asalto posteriormente frustrado por tropas nacionales, el Presidente J. M. Bermúdez Grau,  su esposa Isabel Aristeguieta, muy enferma; la madre, tres de sus hijos, el general Raimundo Fonseca, el general Francisco José Gómez (muerto); el Presidente del Consejo Federal Dr. Díaz Grafe y el joven de 18 años Ángel Barberii Balán (muerto), hijo del general Ángel F. Barbari, además de varios policías de guardia. (AF)


domingo, 22 de septiembre de 2013

Iturriaga Comandante del Orinoco

22 de  septiembre de 1762.  El Rey de Castilla, Carlos III, nombró a José de Iturriaga, que había sido primer jefe de la Expedición de Límites 1753-1761,  como Comandante General de las poblaciones del alto y bajo Orinoco.
Esta disposición real, evidentemente, entraba en contradicción con el Real Título del 4 de junio del mismo año, dictado por el Rey y por el cual se erigía en comandancia toda la población de Santo Tomás de la Guayana en la angostura del Orinoco, a cargo del Teniente coronel, ex Gobernador de Margarita, Joaquín Moreno de Mendoza, con inmediata subordinación al Virreinato de Santa Fe.
No suficientemente explicada o aclarada esta contradicción, constituyó punto de colisión y conflicto entre los dos Comandantes que comenzó cuando al siguiente día de inaugurado y bendecido el Fuerte San Gabriel, primera edificación de la flamante ciudad, vecinos y soldados se reunieron para protestar la orden real de quedar subordinados al Comandante José Iturriaga, entonces despachando desde Ciudad Real, a quien consideraba de mal carácter, despótico y tirano.
De todos modos tuvieron que calárselo porque tanto el Rey como el Virreinato de Santa Fe consideraban que “…para  la mejor inteligencia de todos, que la autoridad que su Majestad confiere a dicho señor jefe de escuadra (José de Iturriaga), en nada perjudica los peculiares encargos y comisiones de su señoría (Moreno de Mendoza), con la autoridad, gubernativa, y ordinaria que unas y otras le corresponden privativamente”
Lo cierto es que el fundador de la nueva ciudad no pudo aguantarse más de dos años en la Comandancia debido a denuncias, intrigas y conflictos que lo obligaron a una renuncia que para fortuna de la provincia favoreció al Gobernador Manuel Cenutrión Guerrero de Torres, quien, a raíz de la muerte repentina en José de Iturriaga, logró para Guayana la unidad  de una sola comandancia que a la larga le permitió consolidar sobre fases firmes a la capital Santo Tomás o Tomé de la angostura del Orinoco.



sábado, 21 de septiembre de 2013

La Madre del Pintor Jesús Soto


21 de septiembre de 1975. Emma Soto, madre de Jesús Soto, pionero del arte óptico universal desde la tendencia del cinetismo, falleció el 21 de septiembre de 1975, a la edad de 73 años. La extinta señora, vecina de la población de Soledad (Anzoátegui) se residenció en el barrio Santa Ana de Ciudad Bolívar, donde nació Jesús Soto,  el 5 de junio de 1923.
Doña Enma junto con su madre Paula Soto, decidió un día abandonar el campo de los llanos de Soledad  para buscar otro medio de vida en Santa Ana, uno de los barrios más populosos y animados de Ciudad Bolívar por ser puerto fluvial, atracadero de falcas y chalanas.
Allí alquilaron y terminaron comprando una casa humilde cuyo patio rozaba la ribera del río.  Fue su remanso, agobiados, como decía el poeta José Balza, de tanto llano, morichales pantanosos, esteros y arroyos.
            Paula Soto era su gran abuela y según cuenta el poeta José Balza en su libro “Jesús Soto, el niño”, desafiaba al Tigre, se metía por Morichal Largo, cruzaba el Caris, vadeaba la Peña. Procuraba la pesca, bailaba joropo y hacía y deshacía su vida para recomenzar cada año nuevo.
            Paula era ágil y sonora. Podía leer las estrellas, descifrar con astucia los secretos del amor e intuir conjuros y acechos.
            En la barriada pintoresca de Santa Ana, entre el río y el cerro angostureño, se instaló la familia. Pero Emma, la muchacha airosa, liviana como liana, hija de la gran abuela y con olor a jazmín, se prendó como clavel en el ojal de Luis García Parra. 
            Las agudas notas del violín la sustrajeron de su ambiente santanero y aunque después vo.lvió, su regreso no fue de soledad pues estaba en cierne un niño que sabría dialogar con el sonido, la intermitencia del moriche y el rielar luminoso del río.
En la foto, Américo Fernández imponiendo a Enma Soto, la medalla "Correo del Orinoco"  a nombre del gremio de periodistas  (AF)


viernes, 20 de septiembre de 2013

Muerte del Vicario Capitular





20 de septiembre de 1822. Falleció en la ciudad de Angostura,  Domingo Remigio Pérez Hurtado, a la edad de 58 años. Seis meses después de la desaparición del Correo del Orinoco.
            Para sucederlo, el Gobernador del Arzobispado de Caracas, Dr. Manuel Vicente Maya, designó al Pbro. Maestro Martín de Coba, quien residía en Cumaná, desde donde gobernó hasta marzo de 1830 que Monseñor Mariano de Talavera y Garcés, Obispo de Trícala, tomó posesión de la Diócesis de Guayana en calidad de Administrador Apostólico.
            Merece destacarse la labor de este insigne presbítero, doctor en Derecho Canónico y Abogado de la Real Audiencia, nacido en El Tocuyo, Estado Lara, el primero de octubre de 1764.
            Pérez Hurtado comienza a figurar en la Diócesis de Guayana a fines de 1799, cuando el canónigo José Antonio García Mohedano es designado Obispo titular y lo nombra su Provisor mientras recibía las bulas, necesarias para su consagración. De manera que el cargo de Provisor lo ejerce hasta 1801 que es cuando Monseñor García Mohedano toma posesión, pero continúa como Vicario General hasta la muerte del Obispo ocurrida el 17 de octubre de 1804. Entonces vuelve a ser Provisor durante la vacante producida por la muerte del anciano prelado.
            En 1809 el canónigo José Ventura Cabello es preconizado Obispo de la Diócesis y el Dr. Pérez Hurtado pasa a ser su asesor y abogado consultor hasta 1817 que la provincia de Guayana cae definitivamente en manos de los republicanos.
            Después de la muerte del obispo José Ventura Cabello ocurrida en circunstancias dramáticas el 21 de agosto de 1817, en la Isla Guacamaya, los canónigos Felipe de Ávila y Pérez Hurtado, quienes acompañaban al prelado, son rescatados por los patriotas y devueltos al seno de la Iglesia en Angostura, donde el Libertador los insta a reunirse y ponerse de acuerdo en torno a una máxima autoridad eclesiástica para que la Diócesis no permanezca acéfala. Entonces es designado Provisor Vicario Capitular y Gobernador de la Diócesis, responsabilidad que ejerció al lado de la República hasta el día de su muerte. Domingo Remigio Pérez Hurtado fue el Confesor de Piar antes de ser ejecutado (AF)

            

jueves, 19 de septiembre de 2013

Primer Obispo de Guayana

19 de septiembre de 1726.  Nació en el humilde pueblo Guacara de Carabobo, Monseñor Francisco de Ibarra y Herrera, hijo de Gabriel Remigio de Ibarra y Arias y de Brígida de Ibarra Herrera. Sus padres eran blancos peninsulares y de buena posición por lo que a Francisco no le faltó una buena educación orientada en su vocación sacerdotal
Ser sacerdote era su destino y por eso sin contratiempo sus padres lo inscribieron en el Seminario de Caracas y luego en la Real y Pontificia Universidad, donde se graduó de Doctor en Cánones a la edad de 24 años y pasó a ser catedrático a la vez que teniente de Vicario capitular Carlos de Herrera, en ejercicio del gobierno eclesiástico por la muerte del obispo Manuel Machado y Luna.
En 1754, fue ascendido a Rector de la Universidad  y en 1765 obtuvo en el Cabildo Eclesiástico de la catedral de Caracas la canonjía doctoral y más tarde las dignidades de Maestrescuela y Chantre, títulos más que suficientes para ser distinguido como lo fue. Primer Obispo de Guayana.
Elevado a la dignidad episcopal en 1791 por el Papa Pío VI, Monseñor Francisco Ibarra recibió la consagración el 27 de  Mayo de 1792 de manos del obispo de Puerto Rico, Francisco Lacuenta.
Tan pronto fue consagrado partió hacia Angostura  a tomar posesión asistido por su Vicario Dr. Miguel de Herrera. Desde  la creación de la Diócesis se había encargado de la misma el Presbítero José Ventura Cabello, quien pasará a formar parte como canónigo del Cabildo Eclesiástico. Inmediatamente se dispuso a organizar la Diócesis y emprender una visita pastoral por todos los pueblos y la cual, por motivos de salud, se vio obligado a delegar en el Padre Pedro Level.
Preocupación de Monseñor Ibarra al tomar posesión fue el estado en que se hallaba la única Iglesia, elevada a Catedral en 1790. Sin poder concluirla, Monseñor Ibarra llega en 1798 al final de su gestión episcopal, pero logró echar las bases del seminario de Guayana formando sacerdotes nativos de la propia diócesis. Sin embargo, el clima no favorecía su salud y por esa circunstancia debió renunciar en cuatro ocasiones hasta que las autoridades civiles y eclesiásticas de Caracas lo pidieron como obispo, lo cual les fue concedido por el Papa Pío VI conforme a Bula del 14 de diciembre de 1798.


miércoles, 18 de septiembre de 2013

Natalicio de Tomás de Heres

18 de septiembre de 1795. Nació en la ciudad de Angostura el General Tomás de Heres, quien figura entre los próceres de la Independencia Sudamericana. Además de militar de la emancipación, fue periodista, gobernador, parlamentario y creador de uno de los dos primeros partidos políticos que existieron en Guayana.
            Era hijo de José Fernández de Heres y de María Josefa Rivero Morín. El primero procedente de Asturias y llegado a la provincia en tiempos del Gobernador Manuel Centurión y la segunda, hija de Antonio Rivero teniente del Real Cuerpo de Artillería destinado a Guayana.
            Tomás de Heres nació a los tres años y nueve meses del matrimonio y a la edad de diez fue internado en el Seminario Tridentino de Caracas donde estudió hasta 1810 que fue llamado por su padre, primer alcalde de la ciudad. Preocupado por los acontecimientos caraqueños del 19 de abril.
            De nuevo en el seno familiar y al lado de sus hermanos José María, Manuel María, Luisa, Petronila y Trinidad. El joven Tomás de Heres se preparó militarmente para ser alistado al lado de los intereses políticos realistas representados por su padre que para entonces y en calidad de Primer Alcalde, había suplantado a Felipe Inciarte en la gobernación de la provincia de Guayana.

            Heres debutó como soldado en los combates de 1812 a favor de la Corona Real, pero estando de comandante del Numancia en el Perú se cobijó bajo las banderas libertadoras de San Martín y finalmente bajo de las de Bolívar acompañándolo desde entonces a concluir y consolidar la campaña del sur como Gobernador de Cuenca que facilitó la logística para la victoria de la Batalla de Ayacucho y ocupando desde entonces los puestos más relevantes y coadyuvadores de la emancipación de los antiguos pueblos del virreinato.

martes, 17 de septiembre de 2013

Museo Histórico de Guayana


17 de septiembre de 1991. El Museo Histórico de Guayana comenzó a ser una realidad, gracias a la iniciativa del doctor Oswaldo de Sola, presidente de la Fundación Bicentenario de Simón Bolívar y a la vez coordinador de la comisión que desde esa fecha trabajaba en pro del museo, cuya Acta-Estatuto de su creación fue protocolizado en junio de 1992.
            El Museo viene desde entonces funcionando como una Fundación privada, sin fines de lucro, personería jurídica y patrimonio propio, con el nombre de Fundación Museo Histórico de Guayana, según el acta y estatuto constitucional registrados el 19 de septiembre de 1992, en la Oficina Subalterna del Cuarto Circuito de Registro Público del Municipio Libertador del Distrito Federal.
            La Directiva del Museo la preside el Dr. Oswaldo de Sola, y está actualmente (2006) integrada además por  el Licenciado José Miguel Tagliafico, Licenciado Leopoldo Villalobos, Licenciado Américo Fernández, Doctor Juan José Arévalo, doctor Camilo Perfetti y doña Maloú Liccioni de Huncal
            El motivo por el cual la Fundación Bicentenario escogió a Ciudad Bolívar como sede del Museo Histórico de Guayana, reside en el hecho de que ella fue la capital de la antigua Provincia de Guayana, región que ha sido escenario de los más extraordinarios acontecimientos históricos, coloniales, republicanos y contemporáneos. La Guayana ofreció una base firme para la creación de la Tercera República. Aquí el Libertador escribió el Discurso de Angostura, uno de sus documentos políticos mejor inspirados; promulgó la constitución de la Gran Colombia y concibió su ambiciosa y exitosa Campaña del Sur.
            El objetivo del Museo consiste en presentar una visión integral de la historia de la Región Guayana, de manera didáctica y viva, mediante la exhibición de documentos, retratos, objetos, mapas, muebles de las diversas épocas, reunido a lo cotidiano y la celebración de las efemérides locales.
            El Museo Histórico de Guayana cuenta con las siguientes seis salas: 1) Época Prehispánica; 2) Descubrimiento, Exploraciones y Conquistas; 3) Poblamiento y Misiones; Expedición de Iturriaga, Angostura; 4) Independencia, Batalla de San Félix, Bolívar en Guayana, la Gran Colombia, Campaña del Sur; 5) Contemporáneo 1830-1950 hasta la creación de la CVG; 6) la Ciudad.



lunes, 16 de septiembre de 2013

Las minas auríferas de Caratal



16 de septiembre de 1857.  Francisco Michelena y Rojas, comisionado por el Gobierno Nacional para hacer una exploración oficial del Orinoco, Casiquiare, Río Negro y Amazonas, se hallaba en Ciudad Bolívar en 1857 y recibió instrucciones de levantar un Informe sobre los supuestos ricos yacimientos auríferos de Caratal.
            A bordo de un bongo y a favor de la corriente salió de la ciudad el 16 de septiembre de 1857 con destino a Puerto de Tablas para desde allí proseguir por tierra y sobre lomo de mula hasta Caratal. El trayecto navegante lo cubrió en 15 horas. Puerto de Tablas, en la embocadura del Caroní, frente a la isla Fajardo, era punto alterno obligado para quienes viajan al interior. Por este atracadero se embarcaba el ganado, los frutos y se practicaba el contrabando. Había una buena posada y San Félix un poco distante del puerto era prácticamente un pueblo en ruinas a decir de Michelena y Rojas. Aquí se tomaban en alquiler las mulas al precio de 8 pesos cada una y al paso de dos días hasta el Cantón de Upata y de aquí al precio de dos pesos más y a paso de tres días hasta Tupuquén.
            Caratal era para el año 1857 unos cuantos ranchos entre los árboles. El oro se explotaba en barrancos en el propio lugar y se lavaba en la quebrada descendente del Salto Macupia. La forma de explotar el oro era bastante rudimentaria. La batea era el instrumento principal y la greda se desmenuzaba con las manos. Era realmente un trabajo heroico y sacrificado. Sin duda que había mucho oro en el lugar y las evidencias muy tangibles.
            Y así como había oro escondido en las entrañas de la tierra, casi inalcanzable con esa técnica tan primitiva de los años 1850, había en Tupuquén bosques de plantas preciosas y de gran utilidad en farmacia como la quina, la vainilla, la carapa, la copaiba, el copey, la hipecacuana, el cáustico bolombago que suple a la cantárida y la cruceta real.

            La población de Caratal crecía a medida que se difundía la noticia de la riqueza. Había venezolanos de varias provincias mezclados con antillanos. Para ese momento se contaban 32 negros trinitarios, 3 ingleses, 3 franceses de las Antillas y 6 de Demerara

domingo, 15 de septiembre de 2013

Bolívar en Angostura



15 de septiembre de 1817. Registra la primera carta de Simón Bolívar fechada en la ciudad de Angostura una vez que ésta fue abandonada por los realistas luego de estar varios meses sitiados por el ejército patriota.
El 12 el Libertador a bordo de una de las embarcaciones de la escuadra de Brión había viajado para hacer su entrada por primera vez en Angostura, la que declaró sede del Gobierno tras nombrar un Consejo de Estado.
            Su primera carta dictada en Angostura está fechada el 15 de septiembre. Es una larga carta de respuesta dirigida al General de Brigada José Antonio Páez informándole sobre las últimas acciones y resaltando cómo este golpe decisivo sobre el enemigo dará preponderancia eterna al ejército patriota y fijará “irrevocablemente el destino de Guayana, Barinas y aun el de la Nueva Granada. Orinoco será siempre nuestro, y nada podrá obstruir este canal por donde recibiremos de fuera y trasladaremos a lo interior, elementos para hacer la guerra, mientras los españoles no abandonen el injusto proyecto de someternos”.
            El Libertador desde Angostura tenía la mirada clavada en Caracas. Ese es el objeto de su carta a Páez desde Angostura: la Campaña del Centro. Con ese fin comienza a operar militarmente. Despacha al General J. F. Bermúdez con cuatro mil hombres para que vaya a Calabozo a reunirse con el General Pedro Zaraza, mientras ordena al General Manuel Cedeño, a quien ha encargado de la Gobernación de Guayana, marchar sobre Maturín para pacificar aquel departamento y para que aprehenda a quienes hayan seguido el movimiento de sedición. Comprende esta disposición al General Manuel Piar.
        El 24 de septiembre vuelve el Libertador a dirigirse a Cedeño, quien ya se halla en Maturín para auxiliar al General Andrés Rojas, quien afronta un movimiento sedicioso y, entre otras diligencias, le recomienda la de perseguir a Piar por todas partes “hasta aprehenderlo junto con los demás caudillos y secuaces de su facción. Mientras aquel y sus partidarios subsisten en ese territorio no habrá tranquilidad en él; las circunstancias son tan preciosas para aprehenderlo que parece infalible su captura”.
           


viernes, 13 de septiembre de 2013

Muerte de J. T. B Siegert



13 de septiembre de 1870.  Falleció en Angostura Juan Benjamín Teófilo Siegert, médico alemán al servicio del Ejército Patriota e inventor del Amargo Angostura,  preparado de abolenga raíz indígena, científicamente formulado, cuya fábrica terminó reubicada en Trinidad desde fines del siglo diecinueve por causa de los gravámenes que había decidido imponerle el gobierno del Presidente Antonio Guzmán Blanco.
            Si Siegert no hubiera muerto el 13 de septiembre de 1870, habría hecho cualquier cosa, menos llevarse de Angostura el amargo que le había dado fama tanto a él como a la capital de Guayana en el mundo entero.
            La aromática como aperitiva y febrífuga bebida tenía gran demanda tanto en Venezuela como en todo el concierto de las Antillas, Estados Unidos, Inglaterra e importantes ciudades del resto de Europa.
            Los angostureños y demás habitantes del Orinoco sentían entrañable respeto por el médico alemán hasta el punto de llamarlo “Padre”. Lo consideraban un patriarca. El propio Siegert lo confiesa en una carta que guardan celosamente sus descendiente directos María Siegert Grus e Hilda Siegert Mariani, casi toda una vida conectada con la C. A. Electricidad de Ciudad Bolívar.
            Siegert, quien además del alemán hablaba francés, castellano e inglés se casó en Angostura, primero en 1827 con María del Pilar Araujo y luego en segunda nupcias con la diecisieteañera Bonifacio Gómez Saa, en 1830. Este año llegó a ser Director del Hospital, posición que ocupó durante largo tiempo. De los dos matrimonios nacieron Carolina de Las Nieves, María Carlota, Juan Benjamín, María del Carmen, María Bonifacio, Trinidad, Carlos Luis y Alfredo. Los tres último fueron quienes decidieron reubicar la fábrica del Amarga Angostura en Trinidad.

            En 1833, Siegert fue admitido como miembro del Consejo de Médico Real de Halbertadt, al cual ya pertenecía su hermano Juan Teófilo, médico cirujano como él y con quien al parecer nunca pudo reconciliarse, aún después de 1932 cuando decidió reanudar las relaciones con su familia, de la que permanecía desconectado.

jueves, 12 de septiembre de 2013

El Colegio de Abogados

Dr. Brígido Natera Guerra

12 de septiembre de 1894. Se constituyó el Colegio de Abogados del Estado Bolívar bajo la presidencia del doctor Brígido Natera Guerra, justamente a los dos meses y doce días de haber sido sancionada la Ley de Abogados y Procuradores.  En esta fecha se reunieron en el salón de actos académicos del Colegio Federal de Primera Categoría  (Casa del Congreso de Angostura) los doctores Brígido Natera, Heraclio Ortiz, Wenceslao Monserratte Hermoso, Luis Antonio Natera Ricci, Antonio García Romero y, conforme a los artículos 25 y 28 de dicha ley, procedieron a constituirse en Colegio y de hecho nombraron la primera directiva.
Como eran sólo cinco los iniciadores del Colegio, los cargos directivos que también eran cinco recayeron en todos los asistentes, de la siguiente manera: Presidente, Dr. Brígido Natera; Primer Vicepresidente, doctor Herácleo Ortiz; Segundo Vicepresidente, doctor Wenceslao Monserratte Hermoso; Tesorero, doctor Luis Antonio Natera Ricci y Secretario,  Antonio García, para el período bienal 1894-1896. 
Una de las primeras tareas del Colegio de Abogados, fue la de invitar a los profesionales del derecho a cumplir con el requisito de inscribirse en la institución y estudiar a través de una comisión  el Código Orgánico de los Tribunales y todas aquellas leyes que ameritaban revisión.
            La Directiva se reunía cada jueves de la semana y 15 y último habría asamblea.  Era también atribución del Colegio otorgar títulos de procurador.  Los primeros en solicitarlos durante ese período fueron Hilarión Gambús, quien tenía 30 años como agente judicial, Carlos Henrique Acosta y  Brígido Natera Guerra, primer Presidente del Colegio.
El doctor Brígido Natera Guerra, Presidente fundador del Colegio de Abogados del Estado Bolívar, era nativo de Cumaná  y se hallaba radicado en Ciudad Bolívar desde 1856.  Aquí llegó en tiempos de los Monagas, siendo jurisconsulto graduado a los 25 años.


miércoles, 11 de septiembre de 2013

Colegio de Farmacéuticos



11 de septiembre de 1949. Constitución del Colegio de Farmacéuticos del Estado Bolívar. Para entonces mandaba en Venezuela una Junta Militar presidida por el coronel Carlos Delgado Chalbaud e integrada por los coroneles Marcos Pérez Jiménez y Lis Felipe Llovera Páez, este último nativo de Ciudad Bolívar.  El Gobernador del estado era José Barceló Vidal desde diciembre del 48.
            Ese día 11 de noviembre de 1949, se reunieron en el local de la Farmacia “Del Valle” los doctores J. M. Montes Ávila, en representación propia y de Manssur Raíz; F. Crespo, J. Loreto Rodríguez, Raúl Gambas, Juan Requesens, Corina Atías, Miguel Salmerón Gómez, Hernán Meinhard hijo, Fermín Bello Dalla Costa y Luis S. Carrasqueño, para constituir el Colegio y designar la Junta Directiva, la cual quedó  presidida por el doctor Herman Meinhard hijo; Secretario, doctor Luis S. Carrasqero y Tesorero, doctor Fermín Bello Dalla Costa.  El Tribunal Disciplinario quedó diferido hasta tanto se formalizara la inscripción total de los farmacéuticos activos en el Estado, lo cual se cumplió en la sesión del 10 de enero del año siguiente cuando al fin se nombró el Tribunal integrado por los doctores M. A. Salmerón Gómez, J. A. Montes Ávila y Corina Atías.
            El doctor Fermín Bello no se aguantó mucho tiempo en la Tesorería por lo que en la tercera sesión del Colegio renunció y en su lugar fue nombrado el doctor M. A. Salmerón.
            Así con esta Junta Directiva se inició el Colegio de Farmacéuticos del Estado Bolívar y por ella han pasado en calidad de Presidentes, además del primero Hernán Meinhard; los doctores Juan Requesens, Fermín Bello Dalla Costa, Ramón Castro, Alfredo Hernández, Andrés Bello Bilancieri, Miguel Guevara Madrid,  Pedro M. Casado Esteves, Orlando Urdaneta, Paúl  von Buren, Jesús Martínez,  Gilberto León, Diana Hernández, Bismark Ortiz, Saúl Gutiérrez, Marina López Mendoza, Maria Elena Moar,


martes, 10 de septiembre de 2013

José Francisco Calloca


10 de septiembre de 1908. José Francisco Calloca, quien al lado de su paisano italiano Miguel Denti ejercía la subdirección de la Banda del Estado y participaba además ejecutando el clarinete, es comisionado por el Gobierno para organizar la Banda Marcial del Batallón “21 de Diciembre” acantonado en la ciudad.  El 10 de septiembre de 1908 debuta dicha  Banda Marcial y desde entonces se alternaba por las tardes en las retretas de la Alameda, Plaza Miranda y Plaza Arismendi.
Dado el éxito de Calloca en la fundación de la Banda, es requerido desde Caracas como maestro instructor de un regimiento y el Viernes Santo de 1914  estrena en el Templo Altagracia su composición “La Paráfrasis de Job”.  Al año siguiente vuelve a Ciudad Bolívar contratado por el Gobierno de Marcelino Torres García para ponerse al frente de una Academia de Música creada por el Ejecutivo con vista a la reestructuración de la Banda del Estado, debilitada por carencia de instrumentistas.  Manuel Jara Colmenares pasa entonces a dirigir la Banda Marcial del Batallón Rivas que ha venido a acantonarse en la ciudad.

El 19 de diciembre de 1916, el Presidente del Estado, general Marcelino Torres García, decreta la creación de la Banda Gómez del Estado y designa a José Francisco Calloca como director.  Este forma la Banda con los egresados de la Academia de Música y los equipa con uniformes e instrumentos importados de Italia.  De la casa italiana Adolfo Lapiani llegan dos juegos de 44 uniformes de gala y de media gala.  Los primeros de excelente paño negro, tipo dolmen, de dos hileras de botones plateados y brandeburgos blancos y azules, más su correspondiente kepis de forma alta, semejantes al usado por ciertos cuerpos  de la infantería italiana, con plumero blanco y azul, cucarda en los colores venezolanos y una lira plateada, y los segundos de dril y kaki  con sus distintivos e insignias.

sábado, 7 de septiembre de 2013

José Francisco Colloca


10 de septiembre de 1908. José Francisco Colloca, quien al lado de su paisano italiano Miguel Denti ejercía la subdirección de la Banda del Estado y participaba además ejecutando el clarinete, es comisionado por el Gobierno para organizar la Banda Marcial del Batallón “21 de Diciembre” acantonado en la ciudad.  El 10 de septiembre de 1908 debuta dicha  Banda Marcial y desde entonces se alternaba por las tardes en las retretas de la Alameda, Plaza Miranda y Plaza Arismendi.
Dado el éxito de Colloca en la fundación de la Banda, es requerido desde Caracas como maestro instructor de un regimiento y el Viernes Santo de 1914  estrena en el Templo Altagracia su composición “La Paráfrasis de Job”.  Al año siguiente vuelve a Ciudad Bolívar contratado por el Gobierno de Marcelino Torres García para ponerse al frente de una Academia de Música creada por el Ejecutivo con vista a la reestructuración de la Banda del Estado, debilitada por carencia de instrumentistas.  Manuel Jara Colmenares pasa entonces a dirigir la Banda Marcial del Batallón Rivas que ha venido a acantonarse en la ciudad.

El 19 de diciembre de 1916, el Presidente del Estado, general Marcelino Torres García, decreta la creación de la Banda Gómez del Estado y designa a José Francisco Colloca como director.  Este forma la Banda con los egresados de la Academia de Música y los equipa con uniformes e instrumentos importados de Italia.  De la casa italiana Adolfo Lapiani llegan dos juegos de 44 uniformes de gala y de media gala.  Los primeros de excelente paño negro, tipo dolmen, de dos hileras de botones plateados y brandeburgos blancos y azules, más su correspondiente kepis de forma alta, semejantes al usado por ciertos cuerpos  de la infantería italiana, con plumero blanco y azul, cucarda en los colores venezolanos y una lira plateada, y los segundos de dril y kaki  con sus distintivos e insignias.

viernes, 6 de septiembre de 2013

El Boletín Comercial


9 de septiembre de 1862.  El Boletín Comercial, bisemanario, es convertido en trisemanario  para competir con la Revista Mercantil de Carlos María Martínez, antiguo socio de Andrés Jesús Montes, fundador de El Boletín Comercial, editado en la cuarta imprenta instalada en Ciudad Bolívar.
            En 1862, Martínez rompió la relación comercial que tenía con Montes e inició por su cuenta el 9 de mayo de ese año la publicación trimestral de la Revista Mercantil.  Montes entonces se asoció con el tipógrafo caraqueño Santiago Ochoa y para no quedarse atrás convirtió también en trimestral El Boletín Comercial (9 de septiembre de 1862).
Tratando de mejorar las posibilidades de su publicación, Montes, forzado por los costos, aprovechó la oferta que desde La Guaira  le hiciera el tipógrafo Jesús María Ortega y se asoció a éste en 1864. Al año siguiente, a objeto de que El Boletín Comercial se transformara en el primer diario vespertino de la región, Montes vendió su parte en la empresa a Pablo María Rodríguez y bajo la dirección de este impresor salido de la escuela del tipógrafo italiano Cristiano  Vicentini, El Boletín Comercial se hizo diario a partir del primero de septiembre de 1865, contando con el apoyo de los Gobiernos que se sucedieron en la provincia hasta el ascenso de Guzmán Blanco al Poder.
            Para contrarrestar las opiniones antiguzmancistas del Boletín, el liberal Juan Manuel Sucre fundó El Orden bajo la invocación de Paz, Libertad y Progreso. Era el periódico de la Revolución de Abril que llevó a Guzmán Blanco al Poder y a Juan Bautista Dalla Costa hijo al Gobierno del Estado Bolívar.
            Cumplida su misión con vocación de periódico regionalista, bien informado, dio paso a otras publicaciones. En cuando a El Boletín Comercial, no pudo resistir por más tiempo. En 1872, los liberales del guzmancismo bolivarenses lo llevaron irremisible a la quiebra eliminándole la pauta publicitaria oficial. El Taller de impresión del periódico fue judicialmente rematado y quedó en manos de Julio Simón Machado, quien reanudó en ese taller el diarismo con El Centinela de Oriente que llegó a alcanzar un tiraje récord de 800 ejemplares.



jueves, 5 de septiembre de 2013

ACTA 159 DEL CONGRESO DE ANGOSTURA

8 de septiembre de 1819.- En la capital de Guayana, a ocho de septiembre de mil ochocientos diez y nueve. Reunidos en la sala de sesiones el señor presidente Roscio y demás señores diputados Urbaneja, Martínez, España, Peraza, Uribe, Cádiz, Briceño, Guevara, generales Guevara y Montilla, Afanador, Machado, Cardoso, Alcalá, Conde, Alzuru y Vallenilla, se empezó la sesión abriéndose un pliego rotulado por un ciudadano de Venezuela a la soberanía, el cual contenía una representación firmada por el coronel José Manuel Torres, proponiendo va­rias medidas para la salvación de la patria.
Continuó la discusión pendiente en la sesión de ayer, y entrando en ella
fue interrumpida por la entrada del señor Vicepresidente del Estado, quien captando la venia acostumbrada, leyó una representación por la que renun­ciaba su encargo.
Volvió a seguirse la discusión pendiente, y el señor Cádiz hizo las pro­posiciones siguientes: Primera: Que se destine a la Margarita al general Juan Bautista Arismendi, con facultades del Soberano Congreso, que le transmiti­rá el señor Vicepresidente de la República para que a nombre del Gobierno de Venezuela y obligando sus propiedades nacionales, contrate víveres y demás necesario para las subsistencias de las tropas inglesas hasta que sean destina­das. Segunda: que habiendo el reparo de la causa pendiente de dicho General, estando cerciorado el Soberano Congreso de los vicios esenciales del proceso, resuelva su casación, mande archivarlo, y que así con respecto a dicho General como a cuanto pueda comprender ese negocio haya un olvido absoluto y como si no hubiese existido. Tercera: que en cuanto al Ejército de Oriente se indique al Supremo Poder Ejecutivo la necesidad de organizarlo, y proveerlo con la mayor actividad. Cuarta: que advertida la necesidad de las carnes para subsistir los Ejércitos, se prohíba absolutamente la salida de ganados por dos meses. Quinta: que el Supremo Poder Ejecutivo por su Ministro informe al Soberano Congreso cada quince días del estado de defensa en que se halla el país; reducidos a escrito los informes y de ningún modo de palabra, para que la responsabilidad recaiga en quien debe, y que no sea equívoca.

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miércoles, 4 de septiembre de 2013

López Contreras visita Ciudad Bolívar


4 de septiembre de 1938. En su tercer año de Gobierno, el Presidente Eleazar López Contreras visitó Ciudad Bolívar.  Fue recibido en la Alameda por doce mil personas.  Llegó en el cañonero “Rafael Urdaneta” y se dirigió a pie hasta la Plaza Bolívar.  Visitó los edificios del Gobierno así como las obras construidas y en construcción.  Visitó el barrio Perro Seco, inundado; el Liceo Peñalver, en la Casa del Congreso de Angostura; el Cuartel del Capitolio donde fue recibido por el coronel  Juan Bautista Paz, comandante del Batallón Rivas; visitó el pueblito y muy cerca El Matadero; Santa Ana, la Cárcel Pública, el Mercado y el Hospital Las Mercedes.
En un acto en su honor tributádole en el Club de Comercio tocó algunos puntos de su gestión y aclaró que su gobierno “no es un gobierno de fuerza, sino de convencimiento; no de fuerza, sino de ley, y la ley es dura, pero los hombres y los Gobiernos, con un poco de buena voluntad, lograrán no violarla”.
En esa ocasión dijo haber constatado el estado de miseria de la población de San Félix debido al aislamiento y prometió además de un vasto plan minero, incluir la carretera a San Félix en el Plan Trienal.  También informó sobre las bondades del Reglamento dictado por él sobre navegación y comercio de cabotaje en el Orinoco y demás ríos.
Se regresó el mismo día y al llegar al Caño San Juan se traslado al “Leandro”, yate presidencial, para seguir hasta Maturín, ciudad natal de su esposa, quien se había separado de la comitiva para viajar a Trinidad.

Lo despidió su Gobernador el Dr. José Benigno Rendón, quien ejerció el mando durante tres años, vale decir, hasta septiembre de ese mismo año  1938.  durante ese trienio realizó las siguientes obras: Construcción del Asilo de Enajenados, construcción y ensanche del Hospital Ruiz y del Palacio de Gobierno, pavimentación de las calles Libertad, Bolívar entre Dalla Costa e Igualdad; sistema de cloacas de casi todas las calles, administración y cristalización de la cosecha de sarrapia, pavimentación de las calles Venezuela, Dalla Costa, Zea y Babilonia; empedrado de la calle Bolívar, desde el garage de Félix Tomassi  hasta la esquina que da a la Laguna así como la calle Santa Ana, desde la esquina de Rafael Valladares hasta La Logia Asilo de la Paz.

martes, 3 de septiembre de 2013

Semanario El Telégrafo


3 de septiembre de 1839.  Apareció “El Telégrafo”, semanario político alineado con el pensamiento liberal de los seguidores del viejo Juan Bautista Dalla Costa, comerciante veronés  radicado en Guayana desde los tiempos finales de la Colonia, pero que colaboró con la causa de los patriotas.
            El afloramiento de los partidos políticos: de un lado los Conservadores del gobierno de José Antonio Páez, representados en Angostura por el prócer militar Tomás de Heres y del otro, los liberales, liderados por Juan Bautista Dalla Costa, avivó la llama del periodismo en Guayana. De suerte que al calor del interés político, el vacío de tres decenios que se produjo con la extinción del Correo del Orinoco, vino a llenarlo El Telégrafo.
            El Telégrafo fue impreso en la segunda prensa establecida en Angostura luego de la The Washington Press, donde se editó entre 1819 y 1822 el hebdomadario de los patriotas. Fue adquirida por Lorenzo de Ayala y Hermanos, precisamente, a través de la firma comercial Juan Bautista Dalla Costa e hijos. Para operarla se contrató al joven tipógrafo italiano Pedro José Cristiano Vicentini, quien se radicó en Angostura desde el año 1839.
            La Prensa tipográfica totalmente dotada llegó a la Angostura del Orinoco, a fines de diciembre de 1838 y a los nueve meses siguientes, el 3 de septiembre de 1839, apareció, previo prospecto, la primera edición de cien ejemplares de El Telégrafo con el siguiente lema: “Periódico consagrado a los deseos del pueblo y con sólo el objeto de su exclusivo bien”. Daba cabida a toda información vinculada con el movimiento mercantil, marítimo-fluvial comercial, social, religioso, judicial y político. En lo político tenía una sola línea: combatir al gobierno que desde la Comandancia de Armas influenciaba el caudillo Tomás de Heres. Pero un periódico de provincia con una línea semejante era imposible que se sostuviera, pero los adversarios del Gobierno encontraron una forma de evadir los controles, y fue editando periódicos de vida efímera, pero cada vez con mayor vigor combativo. Así tenemos que de septiembre a diciembre de 1839 circularon, además de El Telégrafo, El Campanero y Cuatro contra tres. Este último sin eufemismo. Crudo y desafiante: “Esta es una publicación periódica que persigue un fin: destruir a Heres, acabar con un sistema que considera nefasto para toda la Provincia”.


lunes, 2 de septiembre de 2013

Bandas Piar y Dalla Costa

Antigua Banda Dalla Costa

2 de septiembre de 1863. El Presidente provisional del Estado Bolívar, Miguel Aristeguieta, decidió la reorganización  de las Bandas Piar y Juan Bautista Dalla Costa por haber decaído después que sus fundadores Pepe Mármol y Leopoldo Sucre Moor la dejaron en manos de sus componentes más aprovechados.  
A la Banda Municipal creada en 1860 bajo la dirección de Pepe Mármol, el Concejo la bautizó con el nombre de Juan Bautista Dalla Costa en homenaje a quien fuera tertuliano del Libertador, regidor municipal y  valioso colaborador de la causa republicana.  Paralelamente,  a la Banda del Cuerpo de Artillería, dirigida por Leopoldo Sucre Moor, el entonces Presidente del Estado, Bibiano Vidal, le asignó el nombre de Manuel Piar, héroe de la Independencia, al lado del cual él había peleado en la Batalla de San Félix.
            Concluida su labor y dejando las bandas en manos de los músicos más aprovechados, tanto Mármol como Sucre regresaron a Caracas, pero debido a la falta de recursos no satisfechos a tiempo, ambas bandas decayeron en forma tal que el 2 de septiembre de 1863, el Presidente provisional del Estado, Miguel Aristeguieta, decidió su reorganización.  Entonces,  la Dalla Costa la puso en manos  del Teniente Juan Oleaga y la Piar, a cargo del subteniente Félix Bello, las dos bandas bajo la dirección  general del capitán Jaime  Farmiere, las cuales debían alternarse cuatro veces por semana en la retreta.
            Pero a juicio del nuevo presidente del Estado Soberano de Guayana, general José Loreto Arismendi, la Banda Dalla Costa estaba muy mal, no progresaba por lo que la puso en manos de Federico Villena.  Tampoco acierta y en 1876 tiene que venir José Mármol y Muñoz de Caracas para recatarlas de la “incuria y desaplicación de los alumnos, condescendencia injustificable que sus atribuciones no le permiten ni tampoco  el celo de su reputación”. 


domingo, 1 de septiembre de 2013

SEPTIEMBRE / Berrío llega a Trinidad

El Gobernador y Capitán de la Provincia de Guayana, el segoviano don Antonio de Berrío baja el río Orinoco hasta Trinidad al final de su tercera expedición por el Orinoco desde Cartagena de Indias en busca de la herencia que por manda testamentaria le había dejado su tío político, Gonzalo Jiménez de Quesada, fundador de Bogotá.
Berrío se hallaba en el Caroní, en las tierras del Cacique Morequito,  aguardando los socorros del Gobierno de la isla de Margarita, ero como transcurrían cinco meses y el auxilio no llegaba, Berrío, antes de que se le agotaran las municiones y se agravaran los 35 soldados que le quedaban, pues se hallaban casi todos débiles y enfermos, decidió bajar el Orinoco hasta Trinidad, que tanto le importaba ver y reconocer. Entró en ella el primero de septiembre de 1591 y permaneció allí durante veinte días. Halló que la tierra era buena, habitada por naturales muy domésticos, y apreció claramente que si no se poblaba de españoles aquella isla sería imposible penetrar la Guayana. Y habiendo visto y entendido lo dicho siguió navegando hasta Margarita y cuando llegó a la isla se enteró de que un Capitán Fajardo, con 35 soldados, despachado en su auxilio por el gobernador, hacía siete días que había salido en su busca y llegado hasta las propias tierras de Morequito, donde le atendieron holgadamente, pero en pago por el hospedaje, el muy ingrato robó las casas y hurtó trescientas indígenas que entonces se vendían como los negros.
            Berrío se quejó y Fajardo apenas estuvo preso dos días. El Gobernador de Margarita, Juan Sarmiento de Villandrando, terminó no congeniando con Berrío, por lo que éste pidió ayuda a Diego de  Osorio, Gobernador de Venezuela, a través de Domingo de Vera e Ibargoyen, diligente personaje que había conocido en la isla y a quien nombró su Maestro de Campo. Por otro lado envió a Cartagena a su hijo Fernando en solicitud de nuevos recursos para poder continuar la dura y costosa empresa doradista. Osorio le envió treinta soldados españoles con los cuales completó ochenta, sumados los que le quedaban de la expedición más otros reclutados en la propia isla. Con ellos se propuso iniciar el poblamiento de Guayana comenzando por Trinidad, de la cual tomó posesión en 1592 y a través de su lugar teniente, Domingo de Vera e Ibargoyen  fundó en la parte norte a San José de Oruña.