21 de septiembre de 1975.
Emma Soto, madre de Jesús Soto, pionero del arte óptico universal desde la
tendencia del cinetismo, falleció el 21 de septiembre de 1975, a la edad de 73
años. La extinta señora, vecina de la población de Soledad (Anzoátegui) se
residenció en el barrio Santa Ana de Ciudad Bolívar, donde nació Jesús
Soto, el 5 de junio de 1923.
Doña Enma
junto con su madre Paula Soto, decidió un día abandonar el campo de los llanos
de Soledad para buscar otro medio de
vida en Santa Ana, uno de los barrios más populosos y animados de Ciudad
Bolívar por ser puerto fluvial, atracadero de falcas y chalanas.
Allí
alquilaron y terminaron comprando una casa humilde cuyo patio rozaba la ribera
del río. Fue su remanso, agobiados, como
decía el poeta José Balza, de tanto llano, morichales pantanosos, esteros y
arroyos.
Paula
Soto era su gran abuela y según cuenta el poeta José Balza en su libro “Jesús
Soto, el niño”, desafiaba al Tigre, se metía por Morichal Largo, cruzaba el
Caris, vadeaba la Peña. Procuraba la pesca, bailaba joropo y hacía y deshacía
su vida para recomenzar cada año nuevo.
Paula
era ágil y sonora. Podía leer las estrellas, descifrar con astucia los secretos
del amor e intuir conjuros y acechos.
En
la barriada pintoresca de Santa Ana, entre el río y el cerro angostureño, se
instaló la familia. Pero Emma, la muchacha airosa, liviana como liana, hija de
la gran abuela y con olor a jazmín, se prendó como clavel en el ojal de Luis
García Parra.
Las
agudas notas del violín la sustrajeron de su ambiente santanero y aunque
después vo.lvió, su regreso no fue de soledad pues estaba en cierne un niño que
sabría dialogar con el sonido, la intermitencia del moriche y el rielar
luminoso del río.
En la foto, Américo Fernández imponiendo a Enma Soto, la medalla "Correo del Orinoco" a nombre del gremio de periodistas (AF)
En la foto, Américo Fernández imponiendo a Enma Soto, la medalla "Correo del Orinoco" a nombre del gremio de periodistas (AF)
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