25 de mayo de 1930. Luego de haber estado recluido
en La Rotunda gomecista con un par de grillos durante 15 años y finalmente
internado en un Sanatorio para enfermos mentales. Falleció a la edad de 64 años,
pues había nacido en ciudad Bolívar en 1866.
Zoilo Vidal, conocido como El Caribe
Vidal, le quitó más de una vez el sueño a Cipriano Castro y a Juan Vicente
Gómez dada su condición de “mochero”, al igual que su padre Florentino Vidal.
Ambos participaron en abril de 1892 al lado del General José Manuel (El Mocho)
Hernández en la Batalla de Buena Vista de Orocopiche en apoyo a la Revolución Legalista de Joaquín Crespo.
Al lado del Mocho Hernández estaba
cuando éste se alzó contra el Gobierno de Ignacio Andrade luego que le fue
arrebatando el triunfo al Partido Nacionalista con el cual pensaba llegar a la
Presidencia de la República. El desenlace fue una batalla en Queipa donde Joaquín Crespo
perdió la vida, pero Hernández fue hecho prisionero al igual que Zoilo Vidal y
ambos recluidos en la Rotunda (1898-1899).
Andrade al final es derrocado por la
revolución del general Cipriano Castro, secundado por su compadre Juan Vicente
Gómez desde el Táchira. Castro lo libera y lo nombra Ministro de Fomento, pero
a los cuatro días se alzó por considerar que los hombres que integraban el Gabinete no correspondían a los principios
de Revolución Rehabilitadora. Es capturado en 1900 y enviado al castillo de San
Carlos. Estando preso el Mocho, Zoilo Vidal se suma a la Revolución Libertadora
(1901-1902). Después de la Batalla de la
Victoria, donde fue herido en un pulmón, se exilió en Curazao y luego en
Trinidad, donde permaneció hasta que en
1908 retornó a Venezuela a raíz de la caída
de Castro. Entonces es nombrado por Gómez Gobernador del Estado Sucre y
ratificado en el cargo para el periodo 1909-1913. La prohibición de juegos de
azar en Sucre le acarrea enemistades con gente muy allegada a Gómez. Al final
de su mandato es acusado de reunirse con grupos mochistas que conspiraban para
derrocar al gobierno. Es llamado a Caracas para ser amonestado por Gómez con
estas palabras: “General Vidal, el pueblo de Cumaná y los hombres que he
mandado para que le acompañen en el gobierno del estado, no lo quieren a usted
como mandatario”. A lo que respondió: “No es de extrañar, General Gómez, que a
mí no me quiera el pueblo de Cumaná porque a usted no lo quiere como Presidente
el pueblo de Venezuela”. Gómez indignado llamó a la Guardia para que lo sacaran
de su despacho y lo internaran en la Rotunda.
Mis antepasados!
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