29 de Enero de 1985. Hecho histórico trascendental bajo el arzobispado de Monseñor Crisanto
Mata Cova fue la visita, por primera vez,
de un Papa a Guayana, obviamente, de Su Santidad Juan Pablo II (Karol
Wojtyla), quien como Monseñor Mata Cova también pasó por la jerarquía de Arzobispo,
allá en Cracovia, Polonia, donde el 95 por
ciento de la población es católica y donde por contrasentido imperaba
entonces un régimen comunista.
De
manera que siendo Monseñor Crisanto Mata Cova, arzobispo metropolitano de
Ciudad Bolívar y Monseñor Medardo Luzardo Romero, Obispo de la Diócesis de
Ciudad Guayana, Su Santidad el Papa Juan Pablo II visitó específicamente Ciudad
Guayana y ofició una misa en Alta Vista ante una multitud procedente de toda la
región del Sur y Oriente, el 29 de enero de 1985.
Vino
el Papa a conexionar con su palabra a los cristianos de esta parte del país y
del resto de Venezuela, a sacudirlo para que sean menos vulnerables al
totalitarismo sin religión y para que no se repita el contrasentido de su
patria chica en las otras patrias del mundo.
Juan
Pablo II, el primer Papa no italiano en cuatro siglos (Antes, en 1552, hubo
otro, Adriano VI, holandés) rompió no solo con la italianidad pontificial, sino
que trascendió lo peninsular para ver y sentir a los que no pueden llegar hasta
el Vaticano.
El
Papa vino además a fortalecer el ejercicio de la misión de la Iglesia que es la
de evangelizar, vino a propugnar una presencia activa de ella en la vida plena
del país y a estimular una fuerte acción de fe renovadora en el cristianismo.
El
Papa Juan Pablo II visitó por segunda vez a Venezuela el 9 de febrero de
1996. El sumo Pontífice cumplió así su
ultima etapa de una gira que lo llevó hasta Guatemala, Nicaragua y El
Salvador. Permaneció en Venezuela hasta
el 11 y durante su permanencia bendijo la Basílica en Guanare, de Nuestra
Señora del Coromoto, ofició una misa en el aeropuerto de la Carlota y se reunió
con los líderes venezolanos en el Teresa Carreño.
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