11 de diciembre de 1819. A las tres de la madrugada del 11 de diciembre, llegó a Angostura la gran noticia: el Libertador tras el sorprendente triunfo de Boyacá y liberación de la Nueva Granada, venía en camino. A esa misma hora el vecindario se movilizó para tributarle el más caluroso recibimiento. La calle por donde iba a pasar se adornó de flores y palmas y el Gobernador de la plaza, Nicolás Pumar, con varios oficiales, fue a recibirlo a dos leguas fuera del puerto. Luego que se avistó el buque en que venía, la Escuadrilla que salió a recibirlo disparó una salva que siguió la de la Plaza al poner el Libertador pie en tierra a las diez de la mañana donde lo esperaba una Diputación del Congreso, el Comandante General de la Provincia con su Estado Mayor, Generales, Jefes y oficialidad residentes en la Plaza, la Municipalidad y un lúcido acompañamiento de vecinos y extranjeros. Por la noche hubo un banquete e iluminación general de la ciudad.
El día 14 al mediodía, el Congreso lo recibió en sesión extraordinaria y Bolívar informó de su marcha contra el Ejército de Occidente, a cuyo frente se hallaba el General Pablo Morillo, con fuerzas superiores. Informó de las dificultades climáticas y muchos otros obstáculos que hubo de vencer para liberar a doce provincias de la Nueva Granada en menos de tres meses y las ventajas que produciría a la República la libertad de la Nueva Granada, que venía a complementar la de Venezuela. Recomendó al Congreso el mérito de sus compañeros de armas y la decisión del pueblo granadino de ser libre y vivir en una nueva República compuesta de Nueva Granada y Venezuela.
El discurso de Bolívar fue respondido favorablemente por el Presidente del Congreso y el diputado por Margarita doctor Domingo Alzurú, quien concluyó así su larga disertación: “Honorables Legisladores: Estad ciertos que por mucho que hagamos para manifestar podremos recompensar dignamente a un Héroe que nos ha dado Patria, Vida y Libertad”.
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