30 de octubre de 1827,
José Félix Blanco, siendo Intendente y Gobernador del Departamento Orinoco con
cabecera en Barinas en 1827, fue comisionado por el Libertador para que se
trasladase a Guayana, provincia de su jurisdicción departamental, a objeto de solventar con los habitantes un
problema relacionado con los impuestos, pero
después de tres meses de estada fue protestado y expulsado al igual que
el Gobernador de Guayana José Manuel Olivares.
Iniciaron
el movimiento de rebelión el coronel
Ramón Contasti, recién llegado de la campaña del Sur; Eusebio Afanador, coronel Francisco Pildaín,
los alcaldes de la ciudad Felipe Domínguez y Nicanor Afanador y los
concejales Bibiano Vidal, Manuel
Bermúdez, Lorenzo Lezama y Felipe Cardier, apoyados por la guarnición de la
plaza y buena parte de los citadinos.
Entre
las razones esgrimidas contra el Padre Blanco citaron los líderes del
movimiento “la causa criminal pendiente seguida contra él por los munícipes del
Cantón de Upata en 1822; por su conducta
despótica, arbitraria e indecencia pública” y en realidad por resistir a los
crecidos impuestos que él venía a cobrar en nombre del Gobierno de Bogotá.
Los
angostureños llenaron el vacío de las autoridades legítimas, designando
Gobernador interino al Alcalde Felipe Domínguez y Comandante de Armas al
Coronel Remigio Femayor, oficial que fue de la Caballería de Piar. El Padre Blanco fue embarcado en un Steel
boat de James Hamilton anclado en el puerto y dejado en Cabruta a donde llegó
escoltado por el coronel Ascensión Farreras..
El 17
de diciembre de ese año llegó a la Angostura el General José Laurencio Silva
por orden del Libertador a reestablecer el ordeno constitucional interrumpido
por la revuelta popular y a hacerle juicio a los comprometidos en el complot. Poco después el Libertador se vio obligado a
destituir del departamento al Padre Blanco atendiendo a una protesta del
Cabildo de Barinas.
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