23 de octubre de 1817. El gobierno supremo de la república
prohibió la extracción clandestina de mulas, caballos y ganados, porque el
estado los necesitaba para hacerse con ellos de elementos de guerra, para el
servicio de los cuerpos de caballería y para la subsistencia del ejército.
El
oficio del Jefe Supremo para el Gobernador de las fortalezas de la Antigua
Guayana dice lo siguiente: Señor
Gobernador de las Fortalezas de la Antigua Guayana. Angostura, Octubre 23
de 1817. Señor Gobernador: Estoy informado que por Piacoa y otros lugares
inmediatos a las bocas, se extraen clandestinamente mulas, caballos, ganados
&c. habiéndose reservado el Gobierno estos artículos, por ahora, para
comprar armas y municiones, los que se emplean en este giro cometen el doble
crimen de defraudadores de los derechos nacionales y de aniquiladores de los
objetos únicos que tenemos para hacernos de los preciosos elementos de guerra.
Ordeno, pues, á V. S. que por sí y sus agentes comisionados, indague y examine
escrupulosamente qué personas se hayan empleado ó empleen en este giro después
de la ocupación de estas plazas por nuestras armas; y no perdonando medios para
aprehenderlas me las remitirá todos bienes asegurados á esta plaza con el
proceso que les forme. Dios guarde á
V. S. muchos años. Simón Bolívar.
Otro
oficio sobre el mismo asunto es remitido al General Rafael Urdaneta en los
siguientes términos. Señor General: Se
me ha informado por personas muy fidedignas que por San Miguel ó las Tablas se
han embarcado mulas, cueros y otros artículos, clandestinamente: que en los
potreros situados a las orillas del río de Orinoco existen partidas de animales
para este objeto. Indague V. S. escrupulosamente sobre todo esto: aprehenda y
sumarie a cuantos hayan hecho o hagan este giro tan perjudicial a los intereses
del Estado; y siendo cierto, remítamelos con seguridad a este Cuartel general
junto con sus procesos. Dios guarde
a V. S. muchos años. Simón Bolívar.
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