José Manuel Olivares, caraqueño, había participado en la Batalla de San Félix, en la Toma de Angostura y actuado como testigo en el juicio contra Piar. Se hallaba representando a Guayana en el Congreso de Cúcuta cuando regresó con el cargo de Gobernador. Olivares tomó posesión en octubre de 1823 y ese mismo año su hija Rosa Olivares Fernández contrajo matrimonio con Diego Villapol, hijo de Manuel Villapol, quien expedicionó sobre Guayana en 1811, luego que ésta retiró su apoyo a la Junta Suprema surgida en Caracas el 19 de abril de 1810.
Los angostureños no estaban contentos con el criterio que privó en Bogotá para nombrar al Padre Blanco Intendente del Departamento Orinoco y Olivares Gobernador de la Provincia de Guayana tal vez por su sentimiento piarista toda vez que los nombrados tuvieron mucho que ver con el destino trágico del héroe de San Félix y, por otra parte, porque deseaban de Gobernador a uno de la propia tierra, de los tantos que habían prestado excelentes servicios durante la guerra de independencia. Ello quedó de manifiesto a los pocos meses cuando los militares Anizeto Maldonado y Félix Figuera armaron una conspiración para derrocar al Gobernador, pero ambos, al ser descubiertos, fueron pasados por las armas el 9 de agosto en la misma Plaza Mayor donde fuera ejecutado Piar seis años antes.
La muerte de Maldonado y Figuera poco sirvió de escarmiento como se pretendía, pues el 19 de octubre de 1826 se sublevó por completo el Batallón de Cazadores desconociendo al Comandante de Armas de la plaza, coronel José Gregorio Monagas, quien abandonó la ciudad al ver que la población secundaba la acción al grito de ¡Federación!. La Federación implicaba la separación de Venezuela de la República de Colombia. Era un sentimiento que ya se estaba generalizando nacionalmente y que a la postre terminará liderando el General Josè Antonio Páez.
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