16 de febrero de 1823 Nació en Angostura Juan Bautista Dalla Costa
Soublette, hijo de Juan Bautista Dalla Costa, veronés radicado en la capital de
la provincia en 1814, casado con Isabel Jeres Aristeguieta, hermana del General
Carlos Soublette, Jefe del Estado Mayor del Ejército patriota.
Sus estudios
los realizó en Europa. Allá se ilustró
en las más acreditadas academias, aprendiendo idiomas, viajando y conociendo
las culturas de los pueblos más avanzados. Entonces estaba prácticamente ajeno,
aunque informado a través de las cartas con su padre y hermanos, de la realidad
político-social de Venezuela y de su Provincia. Ello pudo verificarlo ya en los
umbrales de la Guerra Federal, cuando en Guayana por influencia del Gobierno de
Carlos Soublette, hermano político de Dalla Costa, los filántropos se volvieron
centrales y los antropófagos liberales.
El
joven Juan Bautista Dalla Costa, a quien su Padre y su hermano mayor Antonio le
habían preparado el terreno en medio de la pugnacidad política que agitaba a la
provincia por el mismo efecto de lo que pasaba en Venezuela a nivel central,
entró en escena en junio de 1858, justo cuando Julián Castro había desplazado a
José Tadeo Monagas de la Presidencia de la República y la Guerra Federal
comenzaba a tomar cuerpo en Juan Crisóstomo Falcón y Ezequiel Zamora desde
Coro. Desde entonces hasta 1871 que fue expulsado del Gobierno y enviado al
ostracismo por la Revolución de Los Azules, Dalla Costa gobernó en 1858, varios
meses; luego de 1861 a 1863 y finalmente desde 1866 a 1871. Este último, su período más productivo
signado por la educación gratuita, la estatua del Libertador, el auge de la
economía local, la cual estimuló ofreciendo toda clase de facilidades y exploró
la factibilidad de otros recursos como la minería y el caucho. Dictó las
primeras disposiciones sobre minas que tuvo Guayana, incentivó la inmigración,
decretó medidas de protección para las comunidades indígenas, construyó nuevas
calles, plazas, alamedas, paseos, edificios públicos, organizó el servicio
postal y estimuló las organizaciones gremiales, pero lo más importante a su
favor fue el haber evitado que la provincia participara en la cruenta Guerra
Federal. Falleció el 10 de febrero
de 1894, a la edad de 71 años y en un ambiente de sencilla pobreza que
contrastaba con el de riqueza que marcó su nacimiento, infancia y adolescencia.
Tenho orgulho de carregar o mesmo sobre nome dele
ResponderEliminarJulita Dalla Costa