28 de agosto de 1814. El General Manuel Piar impide a fuerza de cañonazos que las unidades tripuladas por patriotas lleguen a Margarita donde Bolívar y Mariño intentaban negociar con el Pirata José Bianchi la devolución del tesoro que la Iglesia había confiado a los patriotas para su resguardo, evitando que tras la Emigración de Oriente, el implacable José Tomás Boves se apropiara de esos valiosos caudales de oro y plata labrada.
Los caraqueños, en número de veinte mil aproximadamente, acosados por Boves, habían emprendido penosa marcha hacia el Oriente y se hallaban en Cumaná cuando la flotilla del comodoro Bianchi levó anclas y se dio a la vela con el tesoro (cajones llenos de plata y oro). En ese momento -26 de agosto de 1814- fueron a a avisar a Bolívar y Mariño, pero no lo localizaron, dando lugar a las más severas conjeturas, entre ellas, que Bianchi había secuestrado a Bolívar y Mariño, como también se tejió la versión de que los dos jefes patriotas en connivencia con el pirata habían abandonado a los emigrados a su suerte llevándose de paso los barcos y el tesoro.
Pero la verdad histórica refiere que Bianchi, ante la debacle por el avance impetuoso de los realistas, no quería correr el riesgo de perder o demorar el pago de 50.000 pesos que le adeudaba la República, y decidió con la gente a su mando y luego de poner bajo arresto a Mariano Montilla y otros oficiales, darse a la mar con alhajas y armamentos para cobrarse los servicios que venía prestando.
Bolívar y Mariño se percataron a tiempo del hecho y decidieron abordar el "Arrogante Guayanés" y "La Culebra" que formaban parte de la escuadrilla, para tratar de recuperar lo que Bianchi había decidido convertir en su botín.
La presencia de Bolívar y Mariño en alta mar desconcertaron a Bianchi que convino en un arreglo tan pronto llegara a Margarita donde pensaba hacer aguada y tomar víveres, pero las fuerzas de Piar en la isla dispararon contra las unidades de la escuadrilla obligando a Bolívar y Mariño a negociar de buque a buque con el pirata.
El 30 de agosto se pesó la plata y resultaron 104 arrobas brutas, tomando Bianchi una tercera parte y las otras dos los Generales Bolívar y Mariño. Un cajón lleno de perlas fue echado a la suerte y quedó en manos del pirata.
Bolívar y Mariño regresaron a Carúpano, el 3 de septiembre, pero fueron detenidos y declarados desertores por aclamación tumultuosa a la vez que José Félix Rivas (tío político de Bolívar) y Manuel Piar, asumieron el mando del Ejército.
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