lunes, 18 de noviembre de 2013

Alejandro Vargas



17 de Noviembre de 1892. Nació en Ciudad Bolívar el rapsoda Alejandro Vargas, músico, cantor y autor de numerosas piezas de corte popular, algunas de ellas, si se mantienen vigentes en el alma popular como hasta ahora, podrían al cabo de cincuenta años engrosar el repertorio folclórico guayanés.
            En La Capotera, Calle Peñalver hoy, nació el hijo de Julia Vargas  y el albañil trinitario Luis Batista y terminó crecer y formarse en la calle Los Culíes después que la crecida del 43 arrasó prácticamente con La Capotera donde se alojaban los constructores  que no pudieron contener con el dique de La Carioca el desbordamiento del Río Padre de todos los ríos de Venezuela.
            Desde temprana edad, Alejandro incursionó en la pesquería, especialmente en la temporada de agosto.  Este oficio lo alternaba con el de pintor de brocha gorda y cuando no con el de vendedor de frutas y chinchorros de moriche.  De sus vivencias de pescador parte su guasa la Zapoara compuesta en 1947 y sólo superada nacionalmente por el merengue del margariteño Francisco Carreño.
            Lo de músico nunca supo por donde le venía y con los serenateros de su tiempo aprendió a combinar estilo y ritmo propios los sonidos de su guitarra, aprovechando su excelente voz de tenor.
            Era un autodidacta de la música, la composición y el canto.  No tuvo maestros y lo que aprendió se lo debía a su buen oído, a su habilidad y gran constancia..  El Cuarteto Contrapunto lo hizo trascender con sus famosos aguinaldos La Barca de Oro y la Casta Paloma que no dejan de sonar durante los festivo días de la Navidad y Año Nuevo.
            Alejandro Vargas al final murió estrangulado por la artritis que lentamente fue apagando su voz y su guitarra.  El negro alto y sereno se pasó la vida en comparsas y parrandas, ofreciendo serenatas y cantando aguinaldos, pero desde el primer percance que malogró su voz, abrigaba temor por la soledad y la muerte: Cuando yo me muera / quien me irá a llorar / sólo las campanas / de la catedral.


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