23 de junio de1531. En plena época
de lluvia e inundaciones. Diego de Ordaz inicio contra corriente la penetración
del Orinoco. Venciendo en cada escala la resistencia del aborigen, fue
explorando y penetrando el inmenso curso de agua hasta llegar a la
desembocadura del Meta y luego a las torrenteras de Carichana con una
tripulación mermada en 80 hombres, extenuada y a punto de rebelión por el trato
cruel y la inseguridad de un retorno cada vez más incierto.
La voz ¡Uayana! ¡Uayana!
Escuchada por Juan González durante la exploración previa vuelve a hender los
aires de las bocas del Caroní y el Conquistador queda impresionado. Nunca más
aquellos hombres de ultramar olvidarán la reiterada voz aborigen. Desde
entonces Uayana o Guayana habrá de ser siempre para el mundo todo aquel
inmenso territorio donde la Naturaleza recrea la fuerza eterna de su vitalidad.
Más tarde, en el trayecto fluvial
que sigue hasta el río Arauquita, no se oye otra voz aborigen que la de Urinoko
y Orinoco será castellanizado conforme a la etimología primitiva: Ori;
confluencia y Noco; lugar (lugar de confluencia). Orinoco será por sobre los
otros nombres que seguirán después hasta sus cabeceras, incluyendo Uriaparia en
el primer tramo de la navegación.
Seis meses tardó en remontar unas
160 leguas del Orinoco y emprendió el regreso en Enero de 1531 favorecido por
la corriente que lo puso en el. Fuerte de San Miguel de Paria en apenas veinte días.
Regresaba hecho una ruina, sin poder siquiera recuperar lo invertido,
producto de la riqueza lograda en Tasxichtlan. Retornaba con su gente mermada y
enferma, cansada y ganosa de tirar la toalla como en efecto ocurrió. Muchos
desertaron y para justificarse, lo acusaron ante el gobierno de Cubagua a cargo
del Alcalde Pedro Ortiz Matienzo, quien le hizo juicio y trasladó preso a la Audiencia de Santo Domingo.
Allá, luego de consultada la Corte,
fue absuelto y decidida la devolución de sus bienes. No conforme, quiso
vindicar la conducta en su contra asumida por el Alcalde, llevándolo ante la
Corte, pero en el curso de la navegación el Comendador murió y su cadáver
lanzado al mar en un serón.
!Que interesante nuestra historia!
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