El
incidente ocurrió durante la campaña de Guayana y cuatro días después de haber
el Libertador concedido pasaporte al General Piar. Bolívar había fijado su cuartel en el fuerte
Brión construido por el ingeniero Passoni a casi dos leguas al oriente de los
Castillos de Guayana la vieja que hasta el mes de agosto de ese año estuvieron
ocupados por el General La Torre y sus fuerzas finalmente evacuadas de
Angostura.
El
4 de julio se hallaba Bolívar en la dicha Laguna de Casacoima activando la
salida de algunas embarcaciones de la flotilla de Brión cuando fue sorprendido
por un grupo de realistas de Los Castillos.
Lo acompañaban en ese momento su amanuense Martel, y los generales
Arismendi, Pedro León Torres, Soublette, Jacinto Lara, José Gabriel Pérez y
otros. Todos se lanzaron al agua y
atravesaron a nado la laguna del Orinoco y se internaron en la oscuridad del
bosque. Bolívar estaba nervioso y
empapado al igual que sus oficiales y de pronto estalló en una crisis de
euforia, acaso por haber salvado la vida y buscando tal vez ánimo y valor en el
recurso de la palabra, exclamó:
“Dentro de pocos días rendiremos a Angostura y, entonces, iremos a
liberar la Nueva Granada, y arrojando a los enemigos del resto de Venezuela,
constituiremos a Colombia. Enarbolaremos
después el Pabellón tricolor sobre el Chimborazo, e iremos a completar nuestra
obra de liberar a la América del Sur y asegurar su independencia, llevando
nuestros pendones victoriosos hasta el Perú:
el Perú será libre”. Su
amanuense Martel, que lo oía, lo dio todo por perdido al comentar con los
oficiales la posibilidad de que el Libertador estuviera loco. Más, no era así. Lo extraño consistía en que Bolívar era una
fuerza telúrica emancipada o lo que es lo mismo, un genio, un predestinado de
la libertad.
.l.
ResponderEliminarBolivar El.Libertador me apasiona su genie militar
ResponderEliminarCuanto falta hace un Simón Bolívar en estos tiempos en Venezuela
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