miércoles, 1 de agosto de 2012

Bachiller Ramón Antonio Pérez

12 de Noviembre de 1970.  Muere en Ciudad Bolívar a la edad de 77 años el Bachiller Ramón Antonio Pérez Santamaría.  Murió satisfecho de medallas y diplomas que hablan de una labor honesta y valiosa dentro del magisterio provincial, rodeado del afecto de sus hijos que aprovecharon a tiempo el caudal intelectual y material acumulado por su padre.  Murió bajo las lágrimas de su esposa cuyo color, forma y temperamento reflejaban el exotismo corso de sus ascendientes, apegado al quehacer recreativo de la refresquería y quincallería heredada de sus progenitores.  Murió junto al breve jardín sembrado en el traspatio de la casa, junto al libro de las ciencias perfectas, murió elucidando reminiscencias que valieron siempre un millón de atención y en cada gesto la chispa de su temperamento chusco y agridulce, al lado de su mecedora anticuada de paleta, en la casa de la esquina donde nació el 21 de abril de 1893.  
            Nació un año después de la creciente más grande registrada por el río Orinoco en el año 1892. Su padre era un humilde pulpero, aficionado a la fotografía, a la orfebrería y a la flauta. Nació en la misma casa donde murió, frente a la Plaza Miranda, hoy “Dalla Costa” y que para entonces era un peladero de cuyo centro emergió un señorial farol de seis brazos que por las noches disparaba sus luces mortecinas de kerosén.
            Graduado de Bachiller en Filosofía y Letras en el Colegio Federal de Varones de Ciudad Bolívar cifraba entonces 17 años, se dedicó a la enseñanza en el aula de una Escuela Estatal dirigida por don Luis Moreno. Junto con Alejandro Fuenmayor fundó las Escuelas “Heres” y “Zea”, primeros institutos graduados de Ciudad Bolívar, para varones y hembras respectivamente. Esto fue en 1912, siendo Ministro de Educación el doctor Guevara Rojas. En 1917 comenzó a alternar la educación primaria con la cátedra de educación secundaria en el Colegio Federal de Varones que luego pasó a ser el hoy Liceo Peñalver del cual fue director.
            Fueron 44 años seguidos, dedicados íntegramente a la enseñanza, a la noble misión de forjar ciudadanos libres y útiles al progreso de la nación. El  Ing. Leopoldo Sucre Figarella; el doctor J. M. Siso Martínez; el traumatólogo  doctor Jorge Figarella;  Monseñor Constantino Maradey; el bachiller Noel Valery y otras personalidades distinguidas  fueron modelados durante las primeras enseñanzas por este Profesor perteneciente a una generación de maestros cimentadores de nuestra cultura y forjadores de ciudadanos útiles, entre ellos, María Antonia Mejías, Dr. Oscar Luis Perfetti, Dr. Carlos Emiliano Salóm, José Luis Aristiguieta, Felipe Hernández y Adán Blanco Ledesma.
           

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