3 de diciembre de 1820. Tomás de Heres, militar guayanés que prestaba
servicios a la Corona en el Virreinato de El Perú, hizo preso al coronel
Ruperto Delgado, comandante del batallón realista “Numancia” y se pasó al
ejército del general San Martín que al igual que Bolívar en Colombia luchaba
encarnizadamente por la independencia de toda la región meridional de la
América.
El
Batallón Numancia, de 800 plazas, formaba la vanguardia del ejército realista
del general Jerónimo Valdéz. Heres era
Capitán del Batallón y su influencia era tanta en el mismo que pudo lograr con
acierto aquel golpe militar que vino a fortalecer el ejercito de San Martín,
impotente por si solo para echar a los realistas fuera del Perú.
Heres,
aunque entra muy tarde al ejército
patriota, no deja por ello de tener una figuración destacada. En 1821 ya es Coronel y al siguiente año
comandante general de la División del Sur de Colombia y sucesivamente subjefe y
jefe del estado mayor del ejército libertador, Secretario General de Bolívar,
Ministro de Guerra y Marina, Encargado de Negocios de Chile, y Ministro en el
Despacho de Relaciones Exteriores.
Este
mismo año fue ascendido a General de División y entonces se retiró del servicio
para regresar a Venezuela y residenciarse en su tierra natal, Angostura, donde nació
el 18 de septiembre de 1795 y murió víctima de un atentado en abril de 1842, a
la edad de 46 años.
Tomás
de Heres fue gobernador de Guayana y llegó a representarla en el Congreso. Era hombre austero, probo y estrictamente
apegado a las leyes y normas de la
sociedad tradicional. Lideró el partido
político local de los conservadores para
enfrentar al de los filántropos o Liberales encabezado por Juan Bautista Dalla
Costa. El enfrentamiento de estos dos
partidos provincianos fue desenfrenadamente feroz y alentó el asesinato de quien un 3 de diciembre de
1820 cambió los emblemas del Batallón Numancia porque ya era hora de
responderle a la Patria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario