sábado, 25 de junio de 2022

Colegio Nacional de Guayana

24 de junio de 1840. Quedó oficialmente instalado el Colegio Nacional de Guayana que había sido decretado por el Gobierno de la Gran Colombia y ratificado mediante reformulación de la ley por el Gobierno de José Antonio Páez en 1834, ya separada Venezuela de la antigua República creada por el Libertador. No obstante que el Colegio fue objeto de un nuevo decreto en 1834, no pudo instalarse sino el 24 de junio de 1840, seis años después, que una Junta de Rentas logró reconstruir el edificio que se hallaba en muy malas condiciones y asegurar ingresos fundamentados, principalmente en las rentas que le producían los arrendamientos de los terrenos para hatos de las antiguas Misiones del Caroní que el Gobierno Nacional había adjudicado al Colegio para su usufructo. Los catedráticos que el Colegio requería no fue posible lograrlos en Caracas ni en otras partes del país. Los académicos parecían temerles a una ciudad tan cerca de la selva y consecuencialmente amenazada por zoonosis como el paludismo y la fiebre amarilla, por lo cual hubo que echar mano de los recursos habidos entre los vecinos de la misma ciudad. El Gobierno había destinado inicialmente como sede del Colegio el Hospicio de los Padres Observantes (El Convento) que por estar en las afueras de la ciudad resultó inconveniente. En atención a un pedimento de los angostureños, el Gobierno central acordó permutar a la Diócesis el Convento por la casa de los Jesuitas o “del Gobierno” como identificaban al inmueble donde se había reunido el Congreso de Angostura y el cual pertenecía a la Diócesis. El avalúo del Convento fue de 26.243,49 pesos y el de la Casa de los Jesuitas, 12.715,37 pesos. De manera que el Colegio arrancó sin Rector. Sólo con el catedrático de castellano, Andrés Eusebio Level de Goda, hijo del primer Rector del Colegio de Cumaná, haciendo las veces de Vicerrector, el catedrático de latinidad, Pbro. Rafael Cortés y 30 estudiantes. El Colegio no tuvo Rector sino a partir de 1842 cuando el Gobierno logró contratar al catedrático Elías de Valenzuela, quien inició el curso de filosofía previsto para completar la secundaria. Ratificación del Departamento Orinoco 25 de junio de 1824. El Congreso de Bogotá ratificó por ley la creación del Departamento Orinoco establecida en la Ley Fundamental de los pueblos de Colombia, del Congreso de Cúcuta, que tuvo lugar el 2 de octubre de 1821. Mediante esta ley, la República de Colombia quedó dividida en Cundinamarca, Quito y Venezuela y 7 departamentos. El territorio de Venezuela quedaba dividido en 3 departamentos: Orinoco, Venezuela y Zulia. El Departamento Orinoco integrado por las provincias de Guayana, Cumaná y Margarita”. La ley dispuso a Cumaná como Capital y residencia del Intendente.. Cada provincia tenía un Gobernador, subordinado al Intendente y dividida en cantones, con un juez político para cada cantón, o, según el casó, para circuitos de 2 o más cantones. El cúmplase, con la firma de Simón Bolívar es de fecha 8 de octubre de 1821. Para fines de este año y principios de 1822, se calculaba aproximadamente la población del departamento de la siguiente forma: Barcelona: 45.000 h; Cumaná. 70.000 h; Guayana: 45.000 h; Margarita: 15.000 h; para un total de 175.000 h. El Congreso de Bogotá, en ley del 25 de junio de 1824, ratificó su denominación como Departamento del Orinoco. La población calculada para ese año era de 160.000 h repartidos así: Barcelona: 45.000 h; Cumaná: 70.000 h; Guayana: 30.000 h; y Margarita: 15.000 h. Las provincias se dividían en cantones, el primero de los cuales era la capital. Provincia de Barcelona: cantones de Barcelona, Píritu, Onoto, Aragua, San Mateo, San Diego, Pao y Soledad. Provincia Cumaná: cantones de Cumaná, Cumanacoa, Cariaco, Carúpano, Güiria, Río Caribe, Aragua (de Barcelona), Maturín y Barrancas. Provincia de Guayana: cantones de Angostura, Upata, Piacoa, Caicara y San Fernando de Atabapo. Provincia de Margarita: cantones La Asunción y Norte. El 18 de abril de 1826 se creó el departamento Maturín, con las provincias de Barcelona, Cumaná y Margarita, con sede en Cumaná, quedándole al departamento Orinoco solamente la provincia de Guayana a la que se le había anexado en esa misma fecha la provincia de Barinas y Apure. Este departamento desapareció en 1830, al separarse Venezuela de la República de Colombia y el departamento Orinoco se desmembró en 2 provincias: Guayana, con los cantones de Angostura, Upata, Piacoa, Caicara y San Fernando de Apure; y Barinas, con los cantones Araure, Barinas, Guanare, Guanarito, Nutrias, Obispos, Ospino y Pedraza. Francisco Antonio Zea 26 de junio de 1880. En esta fecha, víspera del aniversario del Correo del Orinoco, semanario del cual fue redactor, el Presidente de Venezuela, Antonio Guzmán Blanco, decretó una pensión para la hija del Dr. Francisco Antonio Zea y reconoció a su favor la suma de 57 mil bolívares como parte que le correspondía de los 200 mil bolívares acordados como recompensa extraordinaria al Vice – Presidente de Colombia, por el Congreso de Angostura el 19 de enero de 1820, fecha en la que clausuró sus sesiones. Francisco Antonio Zea, además de Presidente del Congreso de Angostura y Vicepresidente de Colombia, fue el primer redactor del Correo del Orinoco. Se ausentó de Angostura después de clausuradas las sesiones del Congreso para cumplir en Inglaterra una misión encomendada por la República. Durante esa misión diplomática, en 1822, murió no sin antes haber pasado por los sinsabores propios de una época en la que la lucha de los patriotas venezolanos dependía en parte de los préstamos y ayuda de los ingleses. Zea, quien también era botánico, había nacido en Medellín en 1770. Quince años más tarde terminó sus estudios de Filosofía y Teología y poco después se incorporó al Jardín Botánico de Bogotá, donde terminó su carrera. A la edad de diecinueve años Zea sentía arder dentro de sí el sentimiento de libertad que estallaba en otros hombres de su patria como Nariño. Animado por ese fuego firma la declaración de Los Derechos del Hombre y es desterrado a la península. Allí transcurren 20 años y llega a ser Director del Jardín Botánico de Madrid y profesor de Ciencias Naturales, la que abandonó para integrar la Junta de Bayona, conservadora de los Derechos de Fernando VII y luego la prefectura de Málaga; mas, siempre pensaba en América, colonizada y aherrojada y a ella volvió con la Expedición de los Cayos para ocupar los más prominentes y honrosos cargos de la Tercera República.

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