23 de marzo de 1822. El “Correo del Orinoco”, semanario fundado por Simón Bolívar en “las inmensas soledades del Orinoco”, para divulgar y defender ante la nación y el mundo las verdaderas causas de la revolución patriótica, llegó a su fin con la edición del sábado 128º.
Podríamos decir que finalizó junto con la gestión de José Ucroz, Gobernador de
la Provincia, quien se despidió de los guayaneses con una proclama del 11 de
febrero reproducida en la primera de sus cuatro páginas.
Ucroz arrastraba consigo la finitud de un periódico que desde el 27 de junio de
1818, es decir, que durante tres años y nueve meses, estuvo sirviendo a los
intereses no sólo de la revolución emancipadora sino a los intereses de
Angostura como eterna capital de la provincia de Guayana y capital emergente de
Venezuela y de la naciente República de Colombia.
Ucroz se iba
porque con la Constitución de Colombia sancionada por el Congreso General de
Cúcuta comenzaba prácticamente otro estado y otro Gobierno. El General
Simón Bolívar ratificado como siempre en la primera magistratura, pero
alejado de los negocios políticos, enteramente absorbido por la
inevitable guerra de emancipación que en ese momento se dirigía hacia el
Sur.
Francisco de
Paula Santander era el Vicepresidente de Colombia integrada por Venezuela,
Cundinamarca y Quito. Administrativamente Colombia fue dividida en siete
departamentos, entre ellos, Venezuela, Zulia y Departamento Orinoco que incluía
a Guayana, Cumaná y Margarita inicialmente con capital en Cumaná.
El Correo
del Orinoco, de enero a marzo, espació su circulación a tres ediciones, señal
de su agonía. Aparte de la proclama del Gobernador, la edición final está
cubierta por informaciones foráneas. De Angostura sólo da cuenta del
bergantín Luisa a punto de dar vela hacia San Thomas y la goleta Petronila
hacia Carúpano y Cumaná (AF)
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