viernes, 22 de abril de 2022
LA SOCIEDAD LIBERAL DE GUAYANA
22 de abril de 1890. La Sociedad Liberal Democrática solicitó al gobierno la reintegración del Territorio Federal del Yuaruari al Gran Estado Bolívar.
Los habitantes del estado Bolívar ni los de la propia región yuruarense estuvieron jamás de acuerdo con la separación y ello dio lugar a todo un movimiento que lideró la llamada Sociedad Liberal Democrática del Yuruari al frente de la cual estaban el general José Manuel (El Mocho) Hernández, Miguel Parra Hernáiz y Ricardo Juliá García.
El Territorio Federal Yuruari había sido creado por decreto del Presidente de la República, general Antonio Guzmán Blanco; a objeto de que el Ejecutivo Federal pudiese tener un control directo sobre las fronteras con la Guayana Inglesa y sobre la explotación de los yacimientos auríferos de la Cuenca del río Cuyuní que nace en la Sierra de Lema y tras recorrido de 280 kilómetros por tierra venezolanas se interna en el Esequibo.
El decreto de creación se produjo el 3 de septiembre de 1881, año en que el incremento de la producción aurífera de El Callao iba sostenidamente en aumento hasta alcanzar en 1885 más de 8 toneladas y lo cual estimulaba desbordantemente la geografía inglesa que se había inventado la Línea Schomburgk para avanzar hasta setenta kilómetros de Tumeremo.
Uno de los asuntos que preocupaba a la Sociedad era el de no poder nombrar sus propias autoridades. El gobernador era designado ejecutivamente por el Presidente de la República y casi nunca era del agrado de los yuruarense.
La sociedad Liberal Democrática poseía una imprenta costeada por la propia comunidad y en ella se editaban todos los impresos relacionados con las banderas de lucha de la agrupación y se afianzó la División Roscio en el curso de la Revolución Legalista que llevó al Mocho Hernández a la Jefatura Civil y Militar de la Provincia, sólo que el Mocho Hernández se volvió contra los intereses políticos de la Sociedad cerrándole la imprenta (AF).
miércoles, 20 de abril de 2022
ERNESTO SIFONTES OBSERVADOR HIDROGRÁFICO DEL ORINOCO
21 de abril de 1881. Nació en Ciudad Bolívar el bachiller Ernesto Sifontes, meteorólogo, pedagogo, cronista, ambientalista y Observador Hidrográfico del Orinoco. El primero en realizar y registrar observaciones diarias y minuciosas que permiten hacer predicciones sobre las grandes crecidas del Río Orinoco.
Por sus venas corría sangre alemana, portuguesa e india y su vocación científica creyó siempre que venía de la afición que tenía su abuelo berlinés por las novedades de la astronomía.
Estudió en el Colegio Federal de Varones donde se graduó de bachiller en filosofía a los 20 años, justamente cuando comenzó a publicar en “El Anunciador” sus observaciones meteorológicas. Su gran obsesión fue el Orinoco. El alba matutina la recibía en cualquier paraje d su orilla, provisto de su instrumental liviano de medición y luciendo su clásico sombreo de corcho combinado con una flor amarilla en la solapa de la camisa a veces de cuadros o de colores llamativos.
En diciembre de 1950 resolvió navegar el Orinoco desde Ciudad Bolívar hasta Pedernales en la motonave “Caracas” capitaneada por el margariteño Jesús Vicent. En la casilla del timón instaló su equipo de trabajo y en cada sitio por donde pasaba anotaba la hora, la presión, la humedad, viento, temperatura, características del lugar y si estaba signado por un hecho histórico o anecdótico importante.
Se ocupó de la evaporación de los Llanos de Venezuela, de la turbieza del Orinoco, de las manchas que este gran río deja en las piedras durante el reflujo de sus aguas. Se ocupó de la sedimentación y de la cantidad de lodo que podría arrastrar llegando arriesgar una cifra de 1.743.200 de lodo por día. Asimismo de los niveles extremos como el del 10 de agosto de 1892 cuando tapó por primera vez la Piedra del Medio.
El Bachiller Ernesto Sifontes perteneció a varias instituciones científicas nacionales e internacionales. Fundó la Estación Meteorológica del Aeropuerto y falleció a la edad de 78 años y dejó publicada una serie de monografías contentivas de sus observaciones. (AF)
PEPE MÁRMOL PRIMER MÚSICO BOLIVARENSE
20 de abril de 1825. Nació en Ciudad Bolívar José (Pepe) Mármol y Muñoz, primer maestro de capilla que tuvo la Catedral de Ciudad Bolívar y también primer músico bolivarense con una trayectoria que traspasó las fronteras nacionales.
No solamente su presencia musical en su ciudad natal es notable sino que a juzgar por la correspondencia intensa con el Presidente de Venezuela Antonio Guzmán Blanco, tuvo una activa participación en la vida musical caraqueña.
Era militante del Partido Liberal y hermano de Francisco Javier Mármol, jurisconsulto, senador, magistrado judicial y Presidente del Estado Bolívar. Ambos hermanos eran huérfanos y protegidos de Monseñor Mariano Talavera y Garcés, obispo de la Diócesis de Guayana desde 1829 hasta 1841.
Encabezó en 1854 el primer intento de formalizar la enseñanza musical para la constitución de una banda pública, tal la Banda Municipal “Juan Bautista Dalla Costa” que marca el inicio de un período de transición de la banda propiamente militar de uso utilitario a la banda musical de carácter civil.
Mármol no era un músico aficionado como tanto de la época, sino un profesional de formación integral lograda en Caracas y también en Europa a donde viajó en 1859 para perfeccionar sus estudios y recuperarse de una afección en la vista. Pero tan pronto retorno a Ciudad Bolívar y se dedicaba a la formación del Coro de Niñas de la Catedral, volvió a recaer y perder la visión. Entonces, marzo de 1864, decide viajar a Caracas para encargarse de la Banda de la Segunda División junto con José Angel Montero y a la vez procurando tratamiento para sus ojos. El diario “El Porvenir” se entera de su presencia y le da la bienvenida con esta nota: “Ha llegado de Ciudad Bolívar a esta capital el ciudadano José Mármol, una de nuestras glorias nacionales: joven de principios democráticos, alma de artista, poética y generosa como la patria que lo vio nacer (…)”.
José (Pepe) Mármol fue músico excelente, privilegiado, autor de “Mañanas del Lago”, “Plegaria a Nuestra Señora de las Nieves”, “Misa de Difuntos” “El Gigante de Churuguara” y otras, Ejecutaba más o menos a la perfección el violín, la flauta, el piano y la guitarra.)AF)
martes, 19 de abril de 2022
FECHA GENÉSICA DE LA INDEPENDENCIA Y SU REACCIÓN EN ANGOSTURA
19 de Abril de 1810. El Ayuntamiento de Caracas se transformó en Cabildo Abierto a raíz de la invasión napoleónica a España y tras una serie de eventos que concluyen con el desconocimiento del Consejo de Regencia, se hizo posible la separación política de Venezuela.
La noticia del acontecimiento llegó a Guayana el mes siguiente cuando el delegado Ramón García Cádiz llegó para informar oficialmente sobre los sucesos y pidió que Guayana secundara a la Junta Suprema emanada del Cabildo de Caracas.
El Ayuntamiento angostureño que pasó de inmediato a considerar el asunto se pronunció favorablemente. Las autoridades municipales que habían sido electas el primero de Enero de ese año, fueron desplazadas y se eligió una Junta provincial integrada por el doctor Nicolás Martínez, Carlos Godoy, José Maya, Andrés de la Rúa, Manuel Moreno, Francisco Luis de Vergara, Francisco Rávago, el abogado Félix Farrera, Matías Farrera y Juan Vicente Cardozo.
El gobernador Felipe Inciarte y el Comandante de la Guarnición Andrés de la Rúa renunciaron y la Junta designó al doctor Félix Farrera, Intendente de la Provincia y al Capitán Matías Farrera, su hermano, como jefe de la guarnición.
A los 23 días, justo el primero de junio, llegaron noticias de España a conocimiento del Obispo de la Diócesis, José Ventura Cabello, según las cuales se había instalado el Consejo de Regencia en Cádiz en sustitución de la Junta Central que había sido dispersada y disuelta debido al empuje de las fuerzas francesas. En consecuencia las provincias debían mantenerse fieles al Consejo y no a la Junta Suprema de Caracas. No todos los miembros del Ayuntamiento estuvieron de acuerdo, pero sí la mayoría, especialmente el sector militar, por lo que la Junta provisional terminó disolviéndose para dar nuevamente lugar a las autoridades designadas en las elecciones de enero.
No obstante, quienes eran partidarios de secundar a la Junta Suprema de Caracas, entre ellos, Juan Crisóstomo Roscio, Agustín Contasti, y sus hijos Agustín, Ramón y Orocio, Eusebio Afanador, José Tomás Machado, José Vicente Cardozo, Manuel Moreno, Maneiro y Yánez continuaron trabajando junto con el licenciado Ramón García Cádiz. El trabajo político de este grupo fue considerado de inconveniente y peligroso para la estabilidad de las autoridades españolas, por lo que se dispuso reducirlo a prisión, desterrando a los cabecillas. (AF)
domingo, 17 de abril de 2022
ANIVERSARIO DE LA MERTE DE ANTONIO LAURO
18 de abril de 1986. Fallecimiento de Antonio Lauro, primer compositor venezolano cuya obra es conocida, estudiada e interpretada de manera tal que su nombre forma parte del repertorio universal de la guitarra.
Nació en Ciudad Bolívar el 3 de agosto de 1917 en casa diagonal con la Plaza Bolívar. Allí vivió hasta la edad de nueve años cuando murió su padre que era barbero y músico de origen italiano.
Antonio Lauro Ventura, su padre, casado con Armida Crutoneo, llegó a Venezuela en 1900 procedente del sur de Italia. (Calabria) y se radicó en ciudad Bolívar, donde instaló la Barbería Petit Trianon. Alternaba su profesión de comerciante y barbero con la música. Cantaba y tocaba el bombardino y la guitarra.
Con su madre viuda y dos hermanos, todos nacidos en Ciudad Bolívar, Antonio Lauro se retiró del Liceo Guayana de Narciso Fragachán y viajó a Caracas en 1926 en busca de nuevos horizontes por los caminos de la música.
Desde temprana edad lo atrajo la guitarra y su gran maestro en Caracas fue Raúl Borges, pero antes estudió en la Escuela Superior de Música donde aprendió teoría y soleo y luego composición. Además de la guitarra, Aprendió a ejecutar otros instrumentos con Vicente Emilio Sojo, Salvador Llamosas y Juan Bautista Plaza.
A partir de 1933, se dedicó de forma intensiva al estudio de la guitarra, hasta llegar a ser uno de los más celebrados ejecutantes de este instrumento. Tanto es así, que el compositor y crítico inglés John Williams le llamó “el Strauss de la guitarra”.
Entre sus composiciones más importantes destacan: Natalia, la más famosa; María Luisa, dedicada a su esposa; El negrito, Tatiana, Andreína y Yacambú, entre otras. Integró el célebre trío Los Cantores del Trópico, junto con Marco Tulio Maristani y M. E. Pérez Díaz. Antonio Lauro obtuvo los Premios Oficiales de Música en los años 1947, 1948 y 1950. Y los tres primeros premios Vicente Emilio Sojo, correspondientes a los años 1948, 1955 y 1957. (AF)
DALLA COSTA PRESIDENTE DE GUAYANA
17 de abril de 1867. Regresa al país Juan Bautista Dalla Costa y se juramenta ante la Asamblea Legislativa como Presidente Constitucional del Estado Soberano de Guayana. Tan pronto tomó posesión dictó un decreto de máxima trascendencia que incluso llevó al Presidente Antonio Guzmán Blanco a dictar uno igual para toda la nación. Disponía establecer con las rentas del Estado Escuelas Primarias en todos los distritos, toda vez que las Municipalidades de quien hasta entonces dependían, no estaban en capacidad de costearlas.
Dalla Costa había sido antes Jefe Político del Cantón Heres, miembro del Concejo Municipal, jefe de las milicias, miembro de la diputación provincial, Gobernador dos veces de la Provincia de Guayana, inspector general de los Ejércitos del Occidente de la República, consultor en los Despachos de Interior y Justicia y ahora Presidente del estado Soberano de Guayana con una autonomía mayor y más independiente del Gobierno Central como resultado de la Guerra Federal.
En el curso de sus ejecutorias como gobernante, Dalla Costa creó Medicaturas, impulso la reedificación de pueblos en decadencia, rebajó equitativamente impuestos municipales, estableció una escuela para artesanos, industriales y jornaleros, fortaleció el ramo pecuario con la primera Ley de Llano, creó una Junta de Fomento presidida por él mismo para proseguir las siguientes obras paralizadas: El Coliseo o Teatro bolívar, allanamiento de la Plaza Bolívar, empedrado de las calles, ensanche del Cementerio, autonomía rentística a varios pueblos, especialmente a la parroquia Nueva Providencia del Cantón Upata para que su producto fuese especialmente aplicado a la construcción de un templo, una cárcel, un cementerio y la mejora del camino a Caratal.
Ejecutó la primera Ley de Minas en su empeño por revolucionar la explotación del oro hasta lograr el establecimiento de la Compañía Minera de El Callao y de otras que llevaron al periódico “El Correo del Yuruari” a decir que “sin Dalla Costa no habría sido posible la existencia de El Callao”.(AF)
viernes, 15 de abril de 2022
EL TERRITORIO FEDERAL YURUARI
16 de abril de 1891. Los habitantes del estado Bolívar ni los de la propia región yuruarense estuvieron jamás de acuerdo con la separación político-territorial de la Región aurífera del Yuruari del Estado Bolívar y ello dio lugar a todo un movimiento que lideró la llamada Sociedad Liberal Democrática del Yuruari al frente de la cual estaban el general José Manuel (El Mocho) Hernández, Miguel Parra Hernáiz y Ricardo Juliá García.
Esta Sociedad postulaba con ese fin la candidatura del Dr. Juan Pablo Rojas Paúl para Presidente de la República como sucesor de Guzmán Blanco. Rojas Paúl, al llegar al Poder auspició una reforma constitucional para aumentar a 4 años el período presidencial, eliminar el Consejo Federal y los Territorios Federales, restablecer la Vicepresidencia y el sufragio universal y secreto. Más las Disposiciones Transitorias dejaban la posibilidad de su reelección, lo cual fue rechazado por la prensa obligando a diferir la reforma.
Tocó a su sucesor el doctor Raimundo Andueza Palacio promulgar la reforma el 16 de abril de 1891, pero esa reforma no contempló la eliminación de los Territorios Federales; en cambio legalizaba su continuación en el Poder. La reacción de los bolivarenses como del pueblo yuruarense no se hizo esperar, por lo que el Congreso de la República dictó una Resolución el 31 de julio de 1891 reintegrando el Territorio al Estado Bolívar.
El Territorio Federal Yuruari había sido creado el 3 de septiembre de 1881 por decreto del Presidente de la República, general Antonio Guzmán Blanco; a objeto de que el Ejecutivo Federal pudiese tener un control directo sobre las fronteras con la Guayana Inglesa y sobre la explotación de los yacimientos auríferos de la Cuenca del río Cuyuní que nace en la Sierra de Lema y tras recorrido de 280 kilómetros por tierra venezolanas se interna en el Esequibo./AF)
jueves, 14 de abril de 2022
EL LICEO FERNANDO PEÑALVER
15 de abril de 1937. El Presidente de la República Eleazar López Contreras resolvió sustituir el Colegio Nacional de Guayana decretado el 8 de abril de 1834, por el Liceo Fernando Peñalver, en homenaje al patricio venezolano nacido en Píritu, pero que jugó un rol importante en el Congreso de Angostura y en el Correo del Orinoco.
El Colegio Nacional de Guayana llegó a tener rango universitario y para su sostenimiento le fueron adjudicadas las tierras de las antiguas Misiones del Caroní que los administradores del Colegio arrendaban a criadores y hacendados.
Por decreto del primero de febrero de 1881, el Presidente de la República, Antonio Guzmán Blanco, dispuso la venta de los valores que poseía el Colegio en fincas urbanas y rurales para que el sostenimiento del Colegio pasara a depender directamente del gobierno. Así ocurrió, pero en 1900 el Presidente Cipriano Castro, urgido de dinero, liquidó varias Universidades del país, entre ellas la de Guayana. Entonces el Colegio bajó a segunda categoría bajo la protesta general de los bolivarenses y del estudiantado que publicó y envió un manifiesto al Director de Instrucción Pública, Félix Quintero.
Hasta entonces y desde el 12 de julio de 1826, el Colegio había conferido, aparte de los títulos de Filosofía y Letras, 34 grados de bachilleres en medicina; 19 grados de bachiller en derecho; 9 en teología; 19 grados de doctor en Medicina; 16 grados en Derecho y 4 en Teología, según publica el diario El Anunciador de la época. Estaban por graduarse siete jóvenes de doctor en Derecho y cinco en medicina.
La presión de los bolivarenses a través de cartas y manifiestos públicos lograron que el Presidente Castro reconsidere su decisión y por Decreto del 11 de marzo de 1901, dispuso la reinstalación de las clases de Ciencias Políticas y de Ciencias Médicas y abrir la Escuela de Minas. Dicho Decreto establecía que los cursantes podían optar al título de Doctor en el mismo Instituto o en cualquiera de las Universidades del país.
En definitiva, Cipriano Castro dictó otro decreto el 7 de noviembre de 1904 privándolo de la facultad de conceder títulos universitarios. Reducido a un Colegio de Secundaria, el 15 de abril de 1937, el Presidente Eleazar López Contreras lo declaró oficialmente Liceo con el nombre de Fernando Peñalver y continuó funcionando en la Casa donde se reunión en 1819 el Congreso de Angostura hasta los años de 1950 cuando se le construyó sede propia entre la Avenida 5 de julio y la Calle Cardozo. (AF)
NATALICO DE LLOVERA PAEZ
14 de abril de 1913. Nació en Ciudad Bolívar Luis Felipe Llovera Páez, Ministro y miembro de la Junta Militar de Gobierno que derrocó al Gobierno del novelista Rómulo Gallegos. Su alta posición la aprovechó para influir en las grandes decisiones que colocaron a Guayana en el camino del porvenir como centro hidroeléctrico y de la industria pesada.
La infancia y parte de su juventud ocurrieron en Ciudad Bolívar, donde desde finales del siglo dieciocho estuvo radicado su núcleo familiar. Después de una larga carrera militar, pasó a formar parte de la Junta Militar de Gobierno junto con Marcos Pérez Jiménez, Carlos Delgado Chalbaud y luego Germán Suárez Flamerich (1948-1952). Ocupa al mismo tiempo la cartera de Relaciones Interiores.
Ascendido a coronel, es nombrado el 21 de agosto de 1953, director de la Oficina de Estudios Especiales de la Presidencia de la República. Esta oficina es la que recibe y centraliza los estudios iniciados sobre la instalación de una industria siderúrgica en el país y a fin de cuenta la que se encarga, entre otras cosas, de llevar a la práctica el proyecto relacionado con la Siderúrgica del Orinoco y la construcción de la Central Hidroeléctrica de Macagua I.
En 1956, Luis Felipe Lloverá Páez es ascendido a general de Brigada y nombrado ministro de Comunicaciones, cartera que ejerce hasta el 23 de enero de 1958 cuando el Gobierno es derrocado y se refugia como exiliado en los Estados Unidos, luego Suiza, Uruguay, después y finalmente Argentina, donde se dedica inversiones en bienes raíces y promoción inmobiliaria. En 1956, siendo Presidente de la República Rafael Caldera, decide regresar a Venezuela y dos años después funda el Partido Nacional Integracionista (PNI) con el propósito de unificar a los grupos políticos de la corriente perezjimenista. En los comicios de 1973, Lloverá Páez apoya la candidatura presidencial de Pedro Tinoco y cuatro años después, el 10 de septiembre de 1977, fallece en Caracas, a la edad de 64 años. (AF)
martes, 12 de abril de 2022
JUDAS CON BANDERA AZUL
12 de abril de 1868 (Domingo de Resurrección y quema de Judas). Los ánimos del sectarismo político regional enardecieron en Ciudad Bolívar en torno a la disputa por un Judas con bandera azul y un cartel que decía: “Guayana Impasible”.
“Guayana Impasible” se llamaba la columna periodística de Agustín Consati que defendía la llamada Revolución de los Azules, contraria a la Sociedad Liberal que arropaba a los liberales de la divisa amarilla, liderada por Simón Briceño, Comandante de Armas de la Provincia.
Pues bien, los amarillo, para mofarse de los azules, concibieron un Judas para quemarlo el domingo 12, vestido de azul y con el letrero “Guayana Impasible”, lo cual molestó de forma tal a los azules que reaccionaron y pidieron al Presidente del Estado Juan Bautista Dalla Costa interviniese para evitar males mayores. Así ocurrió.
“¡Eses Judas no se quemará!” prorrumpió enérgico Dalla Costa frente a los empleados nacionales de la Aduana encabezados por su Administrador el general José María García Gómez, resistidos a acatar la advertencia lanzada por el magistrado regional en aras de la tranquilidad pública.
“¡Ese Judas no se quemará!”, exclamó vital una vez más el Presidente Dalla Costa y fue suficiente para que Adriano Regino Alcalá, apoyado en los hombres del general Agustín Contasti, por cuya brecha periodística parecía derrumbarse la tranquilidad ciudadana, salvara al Judas de su patibulario destino lanzándolo al río para que el monigote flotase como los mogotes de invierno ante la mirada confundida de la muchachada azarosa.
Los amarillos y los azules se habían declarado la guerra y en vez de la cohetería criolla, tronaban los disparos de revólveres y escopetas. El Obispo de la Diócesis, José Manuel Arroyo y Niño, intervino junto con el general José Alcalá y José Tomás Machado en el conflicto de odios y tensiones faccionales. De un lado los seguidores de Juan Bautista Dalla Costa y, del otro, la Sociedad Liberal apoyada en el Jefe de Armas Simón Briceño y del Administrador de la Aduana García Gómez.
En la casa de Juan Bautista Dalla Costa, situada en la entonces calle del Gobierno, hoy calle Constitución, se reunieron 400 civiles, todos armados, dispuestos a dar la batalla, pero era Domingo de Resurrección. Cristo de nuevo estaba vivo y a través del Obispo se hizo sentir su palabra de paz que todos acataron. (AF)
lunes, 11 de abril de 2022
BATALLA DE SAN FÉLIX
11 de abril de 1817---“Tras la noche pavorosa que sumida en honda pesadumbre permanece desolada Barcelona, torna a lucir el sol que ha de alumbrar para la patria una de las victorias más brillantes y más transcendentales. La guerra como el mar, tiene olas que sepultan y olas que levantan. Casi al propio tiempo que en las orillas del Neverí sucumben nuestras armas, Piar se cubre de gloria en las riberas del Orinoco”.
Así comienza en “Venezuela Heroica”, de Eduardo Blanco, la narración de aquella batalla insigne que insufló renovados aires de valor y abrió nuevos senderos para la Patria sumida en el dolor de la guerra.
Piar venía inspirado desde El Juncal y vadeado el Caura a pesar de Ceruti había sitiado a la Angostura del Orinoco y tomado a partir de Caruachi todas las misiones y graneros de los españoles ubicados hacia el sur.
Se había Piar entrevistado ya con el Libertador por los lados de la Isla Bernavela y estaba al tanto de los movimientos del Brigadier La Torre.
Todo su batallón de 2.200 combatientes ente fusileros, lanceros, jinetes e indios flecheros lo había dispuesto sobres la extensa llanura de San Félix por donde cruza el Morichal de Chirica, para dar la batalla decisiva.
La Torre acometió enseguida con sus 200 jinetes, dos piezas de artillería y 1600 infantes aguerridos, pero no era su día. La estrella de Chirica alumbraba para los patriotas.
Dicen los diarios de campaña de aquellos soldados que la lucha apenas duró media hora. El ejército realista quedó aniquilado. La Torre y Ceruti, favorecidos por la oscuridad de la noche lograron huir con 17 soldados hasta el puerto de la Ciudad Tablitas donde se embarcaron rumbo a Angostura. En el campo de batalla quedaron 593 muertos, 200 heridos y 497 prisioneros. La pérdida de los Patriotas no excedió los 150 hombres entre muertos y heridos. El General Manuel Piar premió el esfuerzo de Anzoategui, Pedro León Torres, Bartolomé Salom y jefes oficiales que habían participado en la gloriosa expedición de Los Cayos. El Libertador al retornar a Guayana desde El Chaparro por las Bocas de El Pao, dirá “la victoria que ha obtenido el General Piar en San Félix es el más brillante suceso que hayan alcanzado nuestras armas en Venezuela”. Lo asciende a General en jefe y tras un efusivo abrazo, acaso el último, se disponen a preparar la Toma de Angostura. (AF)
sábado, 9 de abril de 2022
ASESINATO DE TOMÁS DE HERES
9 de abril de 1842 Un disparo de arcabuz segó la vida del general Tomás de Heres, angostureño y prócer de la independencia sudamericana.
Contaba con 47 años y se hallaba en su casa natal entre las calles Libertad y Amor Patrio, en amena charla con el Obispo de Trícala, Mariano Talavera y Garcés, cuando una explosión apagó la luz y el cuerpo de Heres rodó por tierra con el brazo izquierdo desprendido y ensangrentado.
Se estaba cumpliendo el segundo mandato de Páez y el General Heres, hombre de confianza, se desempeñaba como Comandante de Armas en Guayana.
Dos grandes partidos políticos se disputaban el poder en Venezuela. Los Conservadores que lo detentaban y los Liberales que hacían radical oposición. Heres en Guayana, por supuesto, era conservador. Los Liberales o filántropos encabezados localmente por Juan Bautista Dalla Costa (padre) tildaba a los Conservadores de Guayana de “oligarcas” y “antropófagos”.
Los liberales que agotaron todo un repertorio de calificativos para condenar la administración de Heres y deformar su imagen, protestaron el asesinato a mansalva contra este hombre que por tan apegado a la ley, se le tildó de áspero y austero, pero, al fin, soldado de la independencia que había luchado al lado de Bolívar y de José de San Martín. Heres se había distinguido como gobernador de la Provincia de Cuenca en el Ecuador, como jefe del Estado Mayor General Libertador, Secretario General de Bolívar, Ministro de Guerra y Marina y Ministro de Estado en el Departamento de Gobierno Exterior del Perú, encargado de negocios de la República de Colombia en Chile, Segundo jefe del ejército del Sur al mando de Sucre, diputado por Guayana en el Congreso de 1830, Presidente de la Diputación Provincial de Guayana en 1831, senador entre los años 33 y 34 y finalmente Jefe de Operaciones del Orinoco y Comandante de Armas de Guayana. Sus restos descansan en el Panteón Nacional. Jamás se supo de la mano artera que le segó la vida. (AF)
jueves, 7 de abril de 2022
CREACIÓN DEL COLEGIO DE GUAYANA
8 de abril de 1834. Andrés Narvarte, Vicepresidente de la República de Venezuela, dictó un decreto por medio del cual se erige el Colegio Nacional de Guayana en la ciudad de Angostura. El establecimiento literario iba a estar a cargo de un Rector, un Vice-rector y los Catedráticos.
En dicho decreto considera el Vicepresidente que es uno de los más sagrados deberes del Gobierno, promover por todos los medios posibles la instrucción pública como base de la prosperidad futura de la República, y objeto recomendado especialmente por las leyes; que la del 18 de marzo de1826, que rige la materia, manda a establecer colegios nacionales por lo menos en las capitales de provincia; que en la de Guayana no existe el Colegio mandado a establecer en decreto del 27 de octubre de 1824, dado por el Gobierno de Colombia; que la erección y régimen de escuela de primeras letras y casas cantonales de enseñanza, corresponden a la Diputación de la Provincia; que hay en Angostura un edificio propio del Colegio, y pueden reunirse algunos bienes y rentas, con que se sostengan, ya de los que la ley ha aplicado a la institución científica, y ya de los que han sido dados o aplicados en épocas anteriores para formar a aquellos establecimientos; que, con tales medios, debe llevarse a efecto, la erección del Colegio Nacional de Guayana, mientras que no es justo que aquellos habitantes continúen obligados a separarse de sus hijos para darle instrucción, a costa de grandes sacrificios, o se vean en la necesidad de privarles de ella por falta de recursos; que en las actas últimamente recibidas en el Ministerio del Interior aparece ya lo indispensable para dictar la erección de Colegio, sin que sea un obstáculo el hallarse todavía pendiente algunas indagaciones sobre los bienes correspondientes a la instrucción pública en aquella provincia
El Colegio Nacional de Guayana no se instalará sino seis años después de este decreto, es decir, el 24 de junio de 1840, con una matrícula de treinta alumnos externos, bajo la dirección del Vicerrector Andrés Eusebio Level.. (AF)
LA EXPEDICIÓN DE LÍMITES
7 de abril de 1754. Llegó a Cumaná la Expedición de Límites en las fragatas Rey Concepción y Santa Ana con los reales Comisarios, José de Iturriaga, jefe de la escuadra; coronel Eugenio de Alvarado, capitán de navíos Antonio de Urrutia y el jefe de fragata José Solano, a objeto de trasladarse al Orinoco para encontrarse con los comisarios de Portugal, ambos con la responsabilidad de demarcar los límites entre las posesiones de Portugal y de España, es decir, entre lo que es hoy Brasil y la Guayana.
La Expedición estaba integrada además por cosmógrafos, dibujantes, botánicos y una planta de 60 personas que luego de llegar a Guayana se fue ampliando progresivamente. Pero la expedición, aunque ue un fracaso desde el punto de vista de l demarcación de fronteras, debido a que los portugueses hicieron mutis en el escenario, tuvo en cambio, otros logros que definieron, estructuraron y encausaron el destino de la provincia.
Los expedicionarios trajeron al Orinoco los últimos conocimientos de la ciencia europea. Pedro Loefling, prominente discípulo de Linneo, y quien había estado en España durante tres años, vino en la Expedición a ejecutar estudios sobre la canela, el cacao, la quina y a elaborar una materia médica que era la obsesión de los científicos europeos en la mitad del siglo dieciocho: la medicina botánica. La búsqueda de la medicina natural. El estudio de medicamentos susceptibles de poder ser utilizados a partir de los conocimientos botánicos. La botánica nacía entonces como una ciencia de botica.
Guayana había sido una región de gran resistencia a la entrada y consolidación del poblamiento y administración española. Esto se rompe con la Expedición de Límites. El nacimiento de Guayana como entidad territorial, administrativa, política, social y económica es en verdad la obra de la Expedición de Límites, aunque es admisible el fracaso del trazado de la línea fronteriza.(AF)
miércoles, 6 de abril de 2022
ASALTO AL CORREO DEL ORO
6 de abril de 1878. Ocurrió el asalto al Correo de la Compañía Minera de El Callao conducido por Frank Busch, en Rancho de Tejas, de regreso de Ciudad Bolívar con el dinero acuñado. En horas del alba y tras haber pernoctado en una posada de Carichapo, fue emboscado, muerto por la espalda y despojado de las mulas con su preciosa carga El conductor del “Correo del Oro”, siempre había sido puntual en su jornada y exacto en la cuenta de sus operaciones hasta ese día fatal.
Frank Busch era un norteamericano como tantos otros extranjeros llegados a Guayana en busca de mejores perspectivas económicas. Contaba entonces 45 años, era espigado, sanote, de complexión fuerte y estaba encargado de llevar sobre el lomo de cuatro mulas y con la sola compañía de dos peones, las barras de oro que puntualmente salían el día 20 de cada mes de El Callao a Ciudad Bolívar. El retorno se cumplía el día 6 del mes siguiente con el dinero acuñado para el pago de los obreros que trabajaban en las minas. Eran tan malos los caminos y tan lento el medio de transporte que la diligencia tardaba dieciséis días.
Hombres armados, disparados sobre caballos, sacaron sus lanzas contra Busch que pasitrote cabalgaba sobre su mula tarareando una vieja melodía del Oeste. El tropel de los caballos y el brillo amenazante de las lanzas pusieron en fuga a los dos peones del correo mientras Busch aflojaba las riendas de su cabalgadura y caía mortalmente herido sobre el camino de Rancho de Tejas. Allí, sangrante y con los ojos abismados, quedó por largas horas el forastero, mientras que sus asesinos se perdían entre la maraña de la montaña por los senderos de La Pastora.
El asalto al “Correo del Oro”, posiblemente sea el primero ocurrido en Guayana. Conmovió a gran parte del país que entonces celebraba la política algo amplia y liberal del general Francisco Linares Alcántara, como sucesor de Guzmán Blanco. El hecho tuvo resonancia fuera de nuestras fronteras y excitantes implicaciones y consecuencias que llevaron al general Celestino Peraza a escribir su novela “Los Piratas de la Sabana”.(AF)
martes, 5 de abril de 2022
BOLÍVAR REPASA EL ORINOCO
5 de abril de 1817. Luego de la entrevista con Piar,. Bolívar salió de Angostura, cruzó de nuevo el Orinoco por Angosturita y antes de llegar a El Pao, se enteró de la pérdida de Barcelona y el desastre de la Casa Fuerte y de cómo fueron masacrados familias y defensores. En El Pao lo esperaban el coronel Francisco de Paula Santander, quien por sus controversias con Páez en Sanare lo había abandonado. De aquí se encaminó a El Chaparro para encontrarse con las tropas del General Bermúdez y los oficiales Arismendi, Armario, Valdés y Zaraza. De El Chaparro siguió a San Diego de Cabrutica donde fue informado de la victoria de Piar en San Félix y finalmente a su cuartel de El Juncal. Aquí fue donde decidió retornar a Guayana para fijar allí su Cuartel General y asumir el mando total del ejército. Lo acompañan los oficiales Juan Bautista Arismendi, José Francisco Bermúdez, Manuel Valdés, Carlos Soublette, Agustín Armario, Fernando Galindo, Jacinto Lara, Rafael de Guevara, Francisco Vicente Parejo y otros. Llega a la margen izquierda del Orinoco el 25 de abril de 1817. Un día antes, Piar que se había trasladado con parte del Ejército victorioso a la Mesa de Angostura para reforzar a los sitiadores de la ciudad, intenta un nuevo ataque por dos frentes tratando de sondear la calidad de la respuesta y definitivamente se convence de la imposibilidad de ocuparla mientras el sitio militar no se extienda hasta el Orinoco e impida toda comunicación de los sitiados con las Fortalezas y las fuerzas de Morillo en San Fernando.
Tratando de instalar baterías en puntos estratégicos de las costas del río, Piar recibe un posta anunciando la presencia de Bolívar a unas cuantas leguas al Oeste de la Mesa en dirección hacia Moitaco al frente de la Boca del Pao y a su encuentro se dirige con suficiente tropa de resguardo. Bolívar instala su Cuartel a legua y media de Angostura y a partir de ese momento y en el curso de una semana ambos jefes conferencian sobre la Batalla de San Félix y del plan militar previsto para la toma de Angostura y Fortalezas de Guayana, todo lo cual aprueba y reconoce Bolívar al asumir el control y conducción absolutos de las operaciones militares en virtud de su jerarquía de Jefe Supremo, lo cual aceptó Piar, siendo confirmado en el grado de general en jefe con el que fue designado después de la Batalla del Juncal y lo comisionó para que se encargara del sitio de la Antigua Guayana, mientras Bermúdez y Cedeño efectuaban el de Angostura. (AF
lunes, 4 de abril de 2022
ELHIERRO DEL CERRO BOLÍVAR
4 de abril de 1947. Un grupo de geólogos venezolanos y norteamericanos pusieron al descubierto los inmensos yacimientos de hierro de la serranía La Parida, a 80 kilómetros al Sur de Ciudad Bolívar, y bautizaron su cúspide de 70 metros de altura con el nombre de Cerro Bolívar. La explotación de estos yacimientos años más tarde dio lugar al nacimiento de dos nuevas ciudades en Guayana: Ciudad Piar construida al pie del Cerro Bolívar y Puerto Ordaz en la confluencia de los ríos Orinoco y Caroní.
El hierro, sin embargo, se conocía en Guayana y Venezuela desde los tiempos de la Colonia como lo demuestra una forja del siglo dieciocho descubierta en el fundo Mundo Nuevo, propiedad de los hermanos Sánchez Negrón, a pocos kilómetros de Ciudad Bolívar.
Las primeras concesiones de hierro las otorgó el Gobierno de Venezuela en 1883 al sur del Territorio Delta Amacuro y cinco años más tarde se efectuaron las primeras exportaciones con destino a Baltimore desde las minas de Manoa.
El interés por estas minas se perdió en 1914 y fue sólo después de la Segunda Guerra Mundial cuando la atención se volvió a volcar, ya no concretamente sobre las abandonadas minas de Manoa sino sobre otros puntos donde los afloramientos del importante mineral eran más manifiestos. Simón Piñero, comisionado de Eduardo Boccardo, descubrió las minas del sector de El Pao que después fueron explotadas por la Iron Mines. Los doctores Guillermo Zuloaga, E. Burchard y Manuel Tello, entre otros, estudiaron y dieron cuenta de la formación Imataca y el geólogo Mack C. Lake, a la cabeza de un grupo de ingenieros y geólogos de la Oliver Iron Mining Company, descubrió los yacimientos del Cerro La Parida y más tarde los de la Grulla y Piacoa al Este del Río Caroní.
Las concesiones de la Oliver pasaron en 1949 a la Orinoco Mining Company que inició en Venezuela la exploración del hierro en gran escala y la mantuvo hasta 1975 cuando fue nacionalizada y entregada a Ferrominera, empresa del estado venezolano.(AF)
sábado, 2 de abril de 2022
CARNAVALES DE CIUDAD BOLÍVAR ENTRE PRIMERAS PELÍCULAS RODADAS EN VENEZUELA
2 de abril de 1918. Se proyectó en el Cine América un cortometraje sobre los Carnavales de Ciudad Bolívar. Fue esta una de las primeras cintas filmadas en Venezuela. La primera la rodó en Maracaibo en 1897, Manuel Trujillo: Un célebre especialista sacando muelas en el Gran Hotel Europa.
Diez años después de la novedosa experiencia de Maracaibo se rodó el cortometraje “Carnaval en Caracas” (1909) por Augusto González Vidal y M. A. Gonham. En 1913, Enrique Zinmerman y Lucas Manzano, reunieron en su equipo a creadores como Edgar Anzola, Jacobo Capriles, Francisco Pimentel y Leoncio Martínez (Leo) y rodaron el primer largometraje: “La Dama de las Cayenas”, una parodia de la novela de Alejandro Dumas “La Dama de las Camelias”. Luego vinieron entre otras, La Trepadora, El fusilamiento de Piar y el cortometraje “los Carnavales de Ciudad Bolívar”, exhibido en el Cine América con récord de taquilla.
Enrique Zinmerman fundó en Ciudad Bolívar el Nuevo Cine, posiblemente en la esquina donde luego se estableció el Cine Bolívar. El Nuevo Cine fue inaugurado el domingo 20 de agosto de 1922 con la película la Ratera Relámpago protagonizada por la bellísima Pearl White. Se trataba de una serie que terminó el 24. Tres días antes el Presidente del Estado, Vicencio Pérez Soto, había inaugurado el Cine Gómez en la Zona de los Morichales. Este cine era propiedad de Rafael Ángel Cabrera a quien para la fecha había pasado también la administración del Cine América y el Mundial. El Nuevo Cine quedaba luego en manos del empresario Miguel Delgado. Las películas eran silentes, pero el Cine disponía de música de orquesta en vivo. En este tiempo formaban la orquesta del Cine América, los maestros Tamayo, Requesens y Columbus, entre otros y estaban de moda las piezas “Hunky Dore” y “Oh, Jhonnie”.
En agosto de 1927, el Cine América volvió a pasar otro cortometraje filmado en la capital angostureña: “Ciudad Bolívar Film”, en el que aparecen escenas de un pozo de asfalto de Trinidad, el buque de guerra venezolano “Gral Bartolomé Salom”, fondeado en el Orinoco, los trabajos de construcción del Puente Marhuanta, automóvil atascado en un morichal (bomba) y la tradicional riña de gallos bolivarense. 1927 fue por excelencia el año del Cine Mudo. Comenzaron a aparecer gigantes como Griffith y el inolvidable Charles Chaplin. (AF)
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