jueves, 9 de enero de 2014
Leopoldo Augusto Taylhardat
9 de Enero de 1905. Falleció en el castillo San Carlos de Maracaibo, el militar y político, Leopoldo Augusto Taylhardat, hijo de la notable docente, poeta y periodista, upatense Concepción Acevedo de Taylhardat.
En unión matrimonial con el francés Raúl Lefranc de Taylhardat, poeta y oficial retirado del ejército galo, tuvo tres hijos nacido durante su estada en Ciudad Bolívar: Leopoldo Augusto, 1877, coronel de artillería Gustavo Adolfo, 1883, Coronel de artillería y Carlos Alberto, 1885, abogado, doctor en ciencias políticas y sociales.
Pero su calvario de madre y poeta comenzó con Leopoldo Augusto, el mayor de sus tres hijos. Siendo coronel del ejército es perseguido, torturado y encarcelado. Primero, en La Rotunda de Caracas, luego en el Castillo Libertador en Puerto Cabello y finalmente en la fortaleza de San Carlos en el Zulia.
Su delito, haber participado en una sublevación contra el Gobierno de Cipriano Castro al no soportar el autocratismo de ese político y militar erigido en caudillo y que se autoproclamaba restaurador del liberalismo.
De nada valieron sus ruegos reiterados al mandatario para que le devolviese libre a su hijo:<<Vuelvo a pedir para mi amor clemencia / vuelvo a rogaros por el hijo mío / tenéis en vuestras manos su existencia / yo en vuestro noble corazón confío/. Pero Castro tenía el corazón en el riñón que le supuraba y le devolvió al hijo hecho cadáver.
José Rafael Pocaterra dice en su libro “Memorias de un venezolano de la decadencia” que estando preso en el castillo de San Carlos conoció la tétrica historia del coronel Leopoldo Taylhardat: “…quien falleció loco, en la prisión. Su estado de flacura era tal que a través de la piel se veían sus huesos. Un tarde la madre del desdichado, doña Concepción de Taylhardat, la célebre poetisa, se arrojó ante el General Castro, que iba de paseo con sus amigos, para pedirle la libertad de su hijo moribundo…El héroe invicto le arrojó el caballo encima y pasó”.
miércoles, 8 de enero de 2014
Separación de la Gran Colombia
8 de Enero de 1830. Guayana, siendo su Gobernador el coronel Juan Antonio Mirabal, se pronunció a favor del movimiento nacional que propugnaba la separación de Venezuela de la Gran Colombia liderado por el General José Antonio Páez.
Tiempos de revueltas. De un lado quienes apoyaban al Libertador en torno a la integridad grancolombiana y desde el otro, quienes por razones diversas impulsaban el movimiento político y militar de la separación.
El General José Tadeo Monagas, en un principio partidario de la separación, dio un giro de ciento ochenta grados sublevándose en Aragua de Barcelona el 15 de enero de 1831, arrepentido por convencimiento de la necesidad de continuar conservando la unidad grancolombiana tutelada por el Libertador.
A esta insurrección monaguista contra el gobierno establecido en Venezuela siguieron casi todos los pueblos de Oriente, incluyendo a Guayana gobernada por don Eusebio Afanador, quien se sintió derrocado al igual que su comandante de armas J. A. Mirabal y comandante general de operaciones General Pedro Hernández. El movimiento lo encabezó el coronel Remigio Femayor, apoyado desde Soledad por el teniente coronel Antonio Sotillo.
Solucionado el conflicto mediante un convenio de Páez con Monagas que incluía una amnistía general, se retorno a la normalidad. Pero el General Pedro Hernández, una vez posesionado de su cargo y no obstante la amnistía decretada por el Gobierno de Páez, llevó al coronel Remigio Femayor al paredón de fusilamientos, el mismo donde cayó Piar fulminado por un escuadrón de fusileros. Plaza Mayor de Angostura el 6 de agosto de 1831. Asimismo cayeron fusilados allí el teniente Nicolás Quiroga y el sargento Justo Prieto.
El coronel Remigio Femayor venía sirviendo a la República desde 1811 como soldado de caballería, ya al lado de Villapol como de Monagas y de Piar en la Batalla de San Félix.martes, 7 de enero de 2014
Gobernador Miguel Marmión
7 de Enero de 1785. Tomó posesión como Gobernador y Comandante General de la Provincia de Guayana el ingeniero militar Miguel Marmión, nacido en España en 1736 y fallecido en su mismo país en 1802. Era gobernador interino de la provincia de Cumaná cuando en diciembre de 1784 el rey dispuso su nombramiento.
Después de Centurión fue el Gobernador más ilustrado llegado a Guayana y con la experiencia de haber realizado obras de fortificación en Puerto Cabello. Tenía 45 años de edad e inmediatamente puso a prueba su capacidad en función del desarrollo de la provincia. Levantó un informe que envió al rey el 10 de julio de 1788 en el que se refiere a la región como la llave de las comunicaciónes entre las provincias de Cumaná, Casanare, Nueva Granada y el litoral atlántico utilizando el Orinoco como la vía más expedita; advierte el peligro de la penetración extranjera a orillas del río Esequibo y señala que ella se cumple a través de la implantación de conuqueros; plantea la necesidad de poblar las zonas limítrofes así como de proporcionar a familias españolas pobres 25 a 30 vacas, para lograr una política de asentamiento eficaz. Calcula la población en 24.395 habitantes. Su política de no permitir la fundación de más pueblos de misión, de que la administración de bienes y hatos de éstos no estuviese en manos de religiosos, y de integrar familias españolas a esas comunidades, produjo un serio enfrentamiento con las autoridades de las misiones capuchinas catalanas establecidas en la provincia.
Marmión gobernó hasta 1790 y en el curso de su mandato se envió por primera vez a Madrid un lote de madera guayanesa para su estudio, se fundó la Misión de Tumeremo; Upata aumentó su producción de tabaco a 600 pacas por año; se levantó un censo pecuario que situó la ganadería en 220 mil cabezas; se adelantó la construcción de la Cárcel Real próxima al Fuerte San Gabriel cuyos muros arruinaban las embestidas del Orinoco; se propuso la construcción de una Casa Fuerte a orillas del río Corumo, elaboró proyectos para fomentar el cultivo del cacao, el algodón y el añil y resolvió el problema de la falta de ejidos de la ciudad capital.
lunes, 6 de enero de 2014
Puente Angostura sobre el Orinoco
6 de Enero de 1967. Ciudad Bolívar lució sus mejores galas para recibir como regalo de Reyes el Puente Angostura que le entregaba el Presidente de la República y ciudadano hijo de esta tierra, doctor. Raúl Leoni.
El Presidente de la República cortó la cinta simbólica sostenida por lindas guayanesas engalanadas con trajes típicos de la región. Lo hizo utilizando unas tijeras de oro cochano, confeccionadas por un orfebre de El Callao
La construcción del Puente comenzó desde febrero de 1963 cuando el Ministro Leopoldo Sucre Figarella firmó el contrato con el Consorcio Puente Orinoco (Precomprimido C.A. & Constructora América S.A.)
El contrato para el suministro y construcción de la superestructura colgante fue otorgado a United States Steel International, Ltd. Ese mismo año, último de su gobierno, el Presidente Rómulo Betancourt, en ceremonia especial, colocó la primera piedra, acompañado del Gobernador del Estado, Ingeniero Rafael Sanoja Valladares y Presidente de la Asamblea Legislativa, Américo Fernández.
La construcción de la obra tardó cuatro años. Para entonces, el ingeniero Leopoldo Sucre Figarella continuaba siendo Ministro de Obras Públicas.
El Puente Angostura sobre el Orinoco, ubicado entre Ciudad Bolívar y Soledad, a cinco kilómetros aguas arriba, es un puente carretero de tipo mixto con la parte central colgante y tramos laterales en concreto pretensado.
Su longitud total, incluyendo los tramos de acceso, es de 1.678,5 metros y de 1.272 metros la longitud el tramo central que cuelga de dos torres de acero de 119,2 metros de alto. Se construyó a un costo de Bs. 177.512.000,oo y para entonces se situaba como el noveno del mundo y el primero de su tipo en Latinoamérica.
Con una altura de 40 metros sobre el promedio de aguas máximas en su parte central, pasó a ser el primer enlace entre las regiones pobladas del Norte de Venezuela y la región en desarrollo de Guayana. Hasta entonces solo una línea de ferrys permitía cruzar el río entre Soledad y Ciudad Bolívar. Enlazado definitivamente el Norte con el Sur, el Puente Angostura calificó como la obra de vialidad más ambiciosa del Gobierno de Leoni y su impacto socio-económico fue decisivo en el desarrollo de Guayana donde continúa creciendo el complejo industrial del hierro, acero y aluminio.
domingo, 5 de enero de 2014
Los Castillos de Guayana
5 de enero de 1897. Por decreto del Presidente de la República, General Joaquín Crespo, se ordenó el cambio de los nombres de los castillos San Francisco y San Diego o Padrastro, por los de Villapol y Campos Elías.
El San Francisco primera fortaleza del Orinoco levantada entre 1677 y 1682, por los conquistadores españoles sobre los muros de lo que inicialmente fue el convento de los misioneros franciscanos, se encuentra situado en la parte oriental de un cerro elevado en forma de trapecio. Constaba de dos baluartes en los ángulos occidentales y en su costura una puerta.
Un capitán, un teniente, dos alférez y cien hombres constituían la tropa de su dotación. Artillado con dieciocho cañones de seis hasta veinte y cuatro y el baluarte oriental con cañones pedreros. En esa línea provisto de un almacén de pólvora, alojamiento para cuarenta hombres, depósito para un mes de víveres.
Diego de Tabares, gobernador desde Cumaná para todo el Oriente y Sur del Orinoco (1745-1753), dispuso la construcción de otro Fuerte con el nombre de San Fernando o de Limones en la costa opuesta del Orinoco, bis a bis con el San Francisco, pero su construcción quedó a medias debido a lo falso del terreno. Optó entonces por reforzar el San Francisco construyendo otro Fuerte sobre una roca próxima más elevada, tal el San Diego o Padrastro construido en 1747 y armado con artillería gruesa y liviana.
Estaba dotado de un Capitán comandante, un teniente, dos alférez, cien hombres de tropa, 18 cañones de 6 hasta 24 de calibre y un depósito de armas y pólvora, así como un almacén de víveres, todo lo cual hacía suponer que había mejorado notablemente.
El Presidente Joaquín Crespo les cambió el nombre de Padrastro por el de Campo Elías y al San Francisco le puso Villapol en homenaje a estos próceres de la independencia que participaron en el primer intento de los patriotas por tomar la Guayana. En 1975 fueron restaurados y declarados Monumentos Históricos Coloniales.
sábado, 4 de enero de 2014
Fernando de Berrío y Oruña
4 de Enero de 1604. Fernando de Berrío y Oruña, heredero de la Gobernación de la Provincia de Guayana desde la muerte de su padre en 1598, informa al Rey sobre sus últimas exploraciones y le plantea una vez más las penalidades de la población sin que por nada lleguen auxilios de Caracas ni de Nueva Andalucía.
Fernando no hacía sino adelantar la justificación de lo que haría o venía haciendo con los barcos mercantes de bandera holandesa no obstante prohibiciones estrictas al respecto. Era que Don Antonio no le había dejado a su hijo una provincia próspera, aunque sí muy grande en extensión, despoblada y llena de vicisitudes, pero Fernando, aunque muy joven, -14 años- tenía fuerza y voluntad para sacar adelante aquel villorio de ciudad. Y lo logró, pero burlando mandatos reales que impedían el comercio de contrabando y el tráfico de indios capturados por mercaderes holandeses en Barima. . de esa manera pudo introducir las primeras reses desde San Sebastián de los Reyes y fomentar la siembra del tabaco, de gran demanda y comercio con los holandeses.
A conocimiento del Consejo de Indias llegaron por vía de Santa Fe de Bogotá sus ilícitas transacciones que al final le costó al joven Gobernador de la provincia un juicio de residencia y como corolario el castigo de perder su heredado Gobierno, el cual quedó en 1612 en manos de su propio Juez Sancho de Alquiza, quien venía de ser Gobernador de la provincia de Venezuela.
Sancho de Alquiza lo halló responsable de 38 faltas, entre las cuales destacaban sus negocios nada lícitos con los holandeses del Esequibo en los que se mezclaban el comercio del tabaco con la captura y venta de indios.
A cambio de indios y tabaco, los holandeses suministraban a Santo Tomás toda clase de artículos y mercancías. Esto era ilícito porque de acuerdo con las leyes del Consejo de Indias no se podía comerciar sino con las propias colonias españolas y esto hacía muy difícil la vida de Santo Tomás de la Guayana que entonces contaba con un centenar de vecinos.
Pero don Fernando, inconforme, se fue a España a poner en claro su actuación ante la Corte, lo que logró cuando ya Sancho de Alquiza, cumplido un mandato de dos años, había sido sustituido por Diego Palomeque de Acuña.
De manera que para poder reconstituirse de por vida como Gobernador de Santo Tomé de la Guayana, debía aguardar que Palomeque de Acuña cumpliera su período de cuatro años. Eso se propuso de vuelta, pero residenciado en y a la orden del gobernador del Nuevo Reino de Granada.
viernes, 3 de enero de 2014
Gobernador Andrés Velásquez
Andrés Velásquez nació el 10 de noviembre de 1953 en Puerto La Cruz, Estado Anzoátegui casado en segundas nupcias con Miguelina Rondón (5 hijos). Sus primeros estudios transcurrieron entre la bella ciudad del mar, Cantaura, Anaco, El Tigrito y el campo petrolero de Merecuán. Egresado del sexto grado, ingresó a la Escuela Técnica Industrial de Puerto La Cruz para luego del básico seguir la carrera de técnico electricista.
Siendo directivo del Centro de Estudiantes lo extrañaron por agitador a raíz de la muerte de Mendoza Rati, estudiante de la ETI de Caracas. Le dieron oportunidad de poder continuar los estudios en la de San Félix de Guayana, pero de allí igualmente lo expulsaron y debió proseguir en la ETI de Cumaná, donde corrió la misma suerte a causa de El Tábano, un travieso periodiquito que le zumbaba en las sienes al Director. Al final no quedó sino la alternativa de ponerse a trabajar para no estar de ocioso y apaciguar la mortificación paternal.
Empezó trabajando como obrero en la Fábrica de Cemento de Pertigalete y allí su jefe inmediato lo sorprendió al poco tiempo con hojas clandestinas. San Félix de Guayana fue de nuevo su destino para graduarse, ya no de electricista, sino de Luchador Social en la Planta Siderúrgica de Matanzas, cuando apenas tenía 19 años (1972).
Empezó trabajando en los muelles de la Planta y al cabo de cinco meses le impusieron como castigo trabajar en la Fábrica de Tubos que es área más fuerte, casi infernal de Sidor. La falta virtual había sido su intervención en El Portón (1974) a favor de la Plancha de Movimiento Matancero que revertirá luego en lo que es La Causa R, partido que lo llevó al estrado de la Gobernación. jueves, 2 de enero de 2014
Incidente del Cuyuní.
General Domingo Sifontes
2 de enero de 1895. A los diez meses de haber el gneral Domingo Sifontes fundado el pueblo de El Dorado, como asiento de la Comisaría de Frontera, el súbdito inglés, Douglas D. Barnes, Inspector de Policía del Distrito de la Guayana Británica, junto con otros oficiales y agente de tropa, pretendió ocupar la margen derecha del Cuyuní, pero fue reducido a prisión por los hombres del Capitán Andrés Avelino Domínguez, lugarteniente del Comisario de Fronteras y conducidos todos presos a Ciudad Bolívar por el coronel Luis Manuel Betancourt.
Pero los británicos al llegar a Ciudad Bolívar fueron puestos en libertad por el entonces Presiente del Estado, General Manuel González Gil, al disponerlo así el Presidente de la República Joaquín Crespo.
De todas formas, este incidente del Cuyuní sirvió para que el gobierno Nacional atendiese mejor las fronteras y consolidara sus posiciones hasta la línea fronteriza actual.
En la región del Cuyuní que es el río que domina y sostiene la existencia del pueblo de El Dorado, hubo antes de 1894 algunos ranchos y la casa más importante la había construido frente a lo que es hoy El Dorado, el oficial inglés Michael Mac Turk en función de la penetración y ocupación que sistemáticamente sobre suelo venezolano había hincado Inglaterra desde 1814 que adquirió de Holanda 20 mil millas cuadradas de la parte occidental del Río Esequibo.
Precisamente, el comienzo y permanencia del pueblo de El Dorado lo define y decide la necesidad que tienen los venezolanos de enfrentar la calculada invasión de Inglaterra, aprovechando tanto la debilidad militar de Venezuela como los conflictos políticos internos sucesivos que la desmoralizaban y desangraban.
La geofagia inglesa con relación a Guayana es de vieja data. Comenzó con las invasiones de Walter Raleigh finalizando el siglo XVI. Como Raleigh no pudo ni otros que vinieron tras él, Inglaterra ensayó de nuevo en 1797 con 60 barcos y 6 mil soldados y comenzó por adueñarse estratégicamente de la Isla de Trinidad. Poco después comenzó a cambiar la suerte de los americanos al ser sometida España por Napoleón. Inglaterra luego modificó un tanto su imperialista técnica de invasión.
Primer Ayuntamiento de Angostura
Juan Vicente Cardozo
Primero de Enero de 1818. Se instaló el primer Ayuntamiento de Angostura, bajo la presidencia del guayanés Juan Vicente Cardozo, Gobernador político de la provincia de Guayana.
Quedó conformado por Lorenzo Lezama, José Luis Cornieles, José Tomás Machado, Felipe Delepiani, Guillermo Grillet, Tomás de Urbina y Casiano Bezares, tras las elecciones del 8 de diciembre del año anterior.
De manera que el angostureño Juan Vicente Cardozo, nacido el 29 de agosto de 1783, pasó a ser el Presidente del primer Concejo Municipal que tuvo la Provincia al quedar, por disposición del Libertador, supliendo como gobernador al General Manuel Cedeño, quien había salido para Aragua de Maturín en busca del General Manuel Piar.
Su primera Ordenanza, dictada el 8 de enero de 1818 está dirigida a ponerle freno a los problemas de los cadáveres arrojados al río, limosneros, prostitutas, libre tránsito por villas y ciudades, radicación de los amnistiados e irreverencias contra la Iglesia.
Como que había quejas por parte del gobernador eclesiástico, Domingo Pérez Hurtado, puesto que el primer artículo de la Ordenanza establecida castigo severo contra “el que blasfemare contra ella (Religión Cristiana) y faltare a la reverencia debida al Santísimo Sacramento, a la Madre de Dios, a los Santos y a los Templos”.
Angostura no tenía Cementerio. Los blancos criollos y españoles tenían su lugar seguro en la Catedral y quienes no, eran al morir sepultados en cualquier matorral o lanzados al Orinoco. Los patriotas, preocupados por la citación, dispusieron el establecimiento del Cementerio “y en este concepto se prohíbe que ninguna persona arroje al Río los cadáveres, ni los sepulten, sin orden de Párroco por exisgirlo así el orden y la facilitación del que debe observarse por aquel en el asiento de las partidas en su respectivo libro”.